El Halcón dio vuelta el 2-1 de local con un 2-1 épico en Brasil y, con un 4-3 en los penales, se coronó sobre el campeón de la Copa Libertadores. El arquero entrerriano Ezequiel Usain contuvo el penal de Luiz Adriano.
Defensa y Justicia logró un 2-1 heroico en Brasilia sobre Palmeiras para revertir el mismo resultado que había sufrido como local y se alzó con la Recopa Sudamericana en un encuentro emotivo y polémico pero que se llevó con fútbol y corazón.
El conjunto de Sebastián Beccacece jugó un gran trámite aunque dio un paso en falso tempranero a los 18 minutos de juego, cuando Fernando Meza bajó a Rony en el área y Leodán González se apoyó en el VAR para cobrar el penal. Raphael Veiga no falló a los 21 con un disparo fuerte a la derecha de Ezequiel Unsain y decretó que para la visita el desarrollo sería cuesta arriba.
Sin embargo, lo argentinos cumplieron con la premisa de empatarlo rápido. A los 31, escapó Francisco Pizzini por derecha y envió el centro atrás para que Braian Romero definiera a la red. El tanto puso a Defensa en partido y le permitió hasta asustar seriamente a su rival por momentos adueñándose del dominio.
Weverton tuvo que aparecer ante Marcelo Benítez y, ya en el complemento, frente a Romero. Los brasileños solo llegaron nuevamente cuando Rony puso en aprietos a Unsain y el panorama pareció hacerse más favorable a la visita cuando Matías Viña vio la roja por darle un patadón sin pelota a Adonis Frías después de que éste lo tomara alevosamente en una disputa del balón.
No obstante, cuando se vio en superioridad numérica el Halcón parecía ya encontrarse con menos resto tras un esfuerzo grande. Intentó Beccacece renovarlo con cambios, pero desdibujó su juego con los relevos. Palmeiras se refugió en el fondo y logró aguantarlo sin sobresaltos mayores hasta el tercer minuto del descuento, cuando Benítez encontró un rechazo afuera del área y metió un sablazo bajo que Weverton vio tarde y llegó a desviar sin evitar el gol del 2-1.
Con el último aliento, el Halcón llegaba a un merecido alargue que comenzó con toda la polémica. Al minuto, Gustavo Gómez le metió un codazo en el área a Walter Bou pero ni siquiera intervino el VAR. Pero a los tres, Unsain topeteó a Rony y sí, hubo revisión y penal. La acción desató un escándalo con todo el plantel de Defensa en protesta en un momento de caos que derivó en la expulsión de Romero. Para sumar más polémica, a los nueve Unsain le tapó el penal a Gómez, al que bajaron cuando iba a buscar el rebote en otra jugada que mereció una mirada más exhaustiva, pero desde el VAR no le avisaron al juez. Con un segundo suplementario con más cautela de ambos lados, los penales fueron inevitables.
