Mientras el foco de atención mundial está puesto en el coronavirus y el impacto que genera su expansión incontrolable, otra pandemia, inmensamente más letal y peligrosa continua creciendo en Sudamérica. El 23 de febrero 2021 se llevó a cabo la Operación Atlántico Norte donde, de manera conjunta, la Policía de Alemania y la de Bélgica, ejecutaron la mayor incautación de droga en la historia: un total de 23.200 kilos de cocaína de máxima pureza fue secuestrada en los puertos de Hamburgo y Amberes, respectivamente.
Luego de varios meses de investigaciones y seguimientos, la inteligencia criminal de esas fuerzas policiales europeas asestaron el mayor golpe al narcotráfico jamás registrado. Las autoridades europeas consideran que puesta a la venta en Europa este cargamento representa valores que pueden oscilar -según el país en el que se comercialice la droga- entre los “mil y tres mil quinientos millones de Euros”.
Fuentes que colaboraron en la pesquisa le confirmaron a Data Clave que “la mayor parte de la cocaína estaba escondida entre latas de pintura acrílica de la marca FOX COLORES producida por la pinturería TUPA S.A., con sede en Asunción” . La firma es propiedad de Diego Isaac Benítez Cañete, empresario paraguayo fuertemente vinculado con el fútbol y directivo del club Olimpia. No sería la única empresa involucrada. Las autoridades paraguayas investigan también a ENVASADOS PARAGUAYOS S.R.L. y a varias más de origen brasileño e israelí.
Según pudieron reconstruir los investigadores alemanes, “la exportación habría sido para suplir la demanda de pintura de la compañía israelí TAMBOUR GROUP que es la mayor en el mercado de su país”, con oficinas en Tel Aviv. Las latas de pintura con destino a la ciudad mediterránea fueron cargados dentro de contenedores en el puerto de Asunción, navegaron en balsas por la Hidrovía hasta el puerto de Buenos Aires, donde fueron transbordados por la empresa logística HAMBURG SUD. Allí esperaba el buque SAN ARTEMISSO, de bandera panameña, que había anclado en Buenos Aires el 11 de Enero.
A pesar que la nave ya contaba con un vasto historial por haber sido utilizado en varias oportunidades para el tráfico de estupefacientes en la región (fue protagonista de una incautación de 233 kilogramos de cocaína en el el puerto de Santos, Brasil) permaneció en las playas operadas por Terminales Rio de la Plata del puerto de Buenos Aires por 42 horas, zarpando el 13 de Enero. El portal especializado en investigaciones criminales Insightcrime ha destacado en varias de sus investigaciones la importancia de la Hidrovía Parana-Paraguay, señalando que “la ONU tiene planes de reforzar las operaciones de control de contenedores a lo largo de los puertos que se extienden desde Bolivia hasta Argentina y Uruguay”.
A la hora de evaluar el negocio que esta droga colocada en Europa representa, el agente de aduanas de Hamburgo Rene Matschke aportó datos muy interesantes, “Estimamos un valor de venta en las calles de entre 1.500 millones y 3.500 millones de euros (entre US$1.800 millones y US$4.200 millones) para las 16 toneladas incautadas en Alemania”, explicó en diálogo con la agencia EFE.
Este decomiso representa casi una cuarta parte de las 102 toneladas incautadas o enviadas a Europa en 2020, que ya había sido un récord anual, según cifras de la ONU. Y el hecho de que las drogas interceptadas en Alemania provinieran de Paraguay parece confirmar que las vías fluviales de ese país con Bolivia se han convertido en una ruta de transporte de narcóticos crucial en el trayecto hacia los puertos sobre el Atlántico.
Mecanismo repetido
Apesar de ser este operativo un récord mundial por la cantidad de kilos decomisados (23.000 en total), no es el primer caso que transita por ríos argentinos en el último semestre. “Habría que sumarle al menos otras seis toneladas, que perfectamente pudieron haber sido los 1065 kilogramos de cocaína hallados en Costa de Marfil tres días después del operativo conjunto en Alemania y Bélgica en un barco proveniente también de Asunción; otros 2065 kilogramos secuestrados en España el 21 de enero camuflado dentro de un cargamento de carbón que partió de la capital paraguaya; y otros 2.900 kilos interceptados a finales de octubre de 2020 en el mismo puerto”, aportó el agente consultado.
Esta droga, según autoridades paraguayas seria de origen boliviano. Desde 2019, Uruguay ha visto un crecimiento agigantado de las incautaciones de cocaína en el puerto de Montevideo, llegando a secuestrar cargamentos 3000 y 4.400 kilos a finales de 2019 en controles aduaneros durante operaciones de transbordo a buques. No sucede lo mismo en Buenos Aires, donde los controles parecen mas laxos.
“Argentina es hoy un eslabón relevante en el circuito de las operaciones mas importantes del narcotráfico internacional, este es un dato relevante que debería generar una reacción acorde de nuestro sistema de seguridad e inteligencia”, opinó Patricio Furlong, ex director de Inteligencia Criminal del ministerio de Seguridad argentino. El especialista explicó que “la recuperación de la democracia no ha sido suficiente para erigir un sistema de inteligencia profesional, mas bien la política ha degradado y abusado de las herramientas usándolas para sus propios intereses locales, lo que ha producido un aislamiento de la Argentina del sistema global de inteligencia que hace de la confianza un axioma innegociable y de la ausencia de la política partidaria un principio funcional”.
“Si no entendemos que debemos mantener a los políticos alejados de la inteligencia, seguiremos aislados del mundo real y con nula capacidad de prevenir los grandes acontecimientos, porque sin una agencia seria y profesional que colabore con el mundo continuaremos siendo un actor marginal y poco confiable”, agregó el experto en narcocriminalidad y delitos complejos.
Para ejemplificar esta situación, el ex funcionario apeló a una comparación que pone en evidencia la falta de interés de las autoridades para encarar un alineamiento con las agencias de inteligencia de mayor experiencia internacional. “Argentina es el único país del G-20 que no cuenta con un centro de fusión, son organismos multi agenciales donde se trabajan los casos mas complejos con protocolos para mantener la información, pero a su vez donde policías locales, agentes federales y de inteligencia pueden trabajar en conjunto e intercambiar información de manera segura”, sostuvo.
Por último, Furlong puntualizó que “la mayor parte de los problemas de seguridad cotidianos se resuelven con inteligencia criminal, ocho de cada diez crímenes violentos son cometidos por delincuentes que pueden rastrearse, por eso decimos que la inseguridad ciudadana no se resuelve con más policías, más comisarías, más patrulleros y más cámaras. Es como querer resolver una pandemia con mas médicos, es imprescindible encontrar la vacuna. Y la vacuna a la inseguridad es la inteligencia criminal”.