A los 85 años falleció el jueves el Dr. Alfredo Ramón Murisi. De larga e impecable trayectoria en el Hospital San Antonio y en la actividad privada, el odontólogo por cuyo consultorio pasaron varias generaciones de gualeyos, había nacido en 1935 en la Provincia de Córdoba.
Si bien su día real de nacimiento fue el 12 de noviembre de aquel año, su papá lo anotó el lunes 14 de noviembre en el Registro Civil. Murisi consagró su vida a la odontología durante los casi 55 años que desempeñó su profesión. Tanta era su pasión como anécdotas compartía de los viajes a Córdoba en un Citroen para hacer el Doctorado y su tesis, en tiempos en que no existían las fotocopiadoras y había que copiar a mano de los libros directamente.
En el ámbito público fue Jefe del Servicio de Odontología del Hospital San Antonio de dónde se jubiló hace varios años, aunque siguió atendiendo en su consultorio. En los últimos años asumió el compromiso de integrar la Comisión Directiva del Centro de Jubilados y Pensionadas Provinciales, donde también dejó huella con su tarea y dedicación para sus pares. Fue tesorero y hace meses se encargaba de digitalizar la biblioteca, un trabajo de hormiga que hacía con gusto.
Esposo de Elba, padre de Alfredo y abuelo de Carolina, a quién nombraba con orgullo, fue compañero inseparable de pesca de “Chelo” Carboni que, vaya paradojas del destino, también falleció hace pocos días. Su locura por San Lorenzo y los habanos eran otro sello distintivo.
El Dr. Alfredo Ramón Murisi murió el jueves pero su profesionalismo, dedicación y “don de gentes” quedarán para siempre. ¡Hasta Siempre Fredy!
J.B.