“Será el operativo más grande de la historia”. Categórico, el bioquímico y Director de la División Salud para Latinoamérica de OCASA, Alesio Bereciartu intenta ponerle dimensión a lo que será la distribución de millones de vacunas en poco tiempo para terminar con el fantasma de la pandemia de COVID.
En contacto con LT38, Bereciartu, nacido en Gualeguay y con buena parte de su familia acá, explicó que “este último año ha sido una locura con lo de las vacunas y todo lo que lleva armar una logística. Es una logística sin precedentes y con la velocidad que hay que hacerlo. Si hace unos meses el desafío era la vacuna, qué diseño, cuán seguro es y cuán efectiva es, ahora estamos avanzados en esas etapas y tenemos otro desafío: cómo hacemos para distribuirlas a todo el mundo que es una escala inmensa y compleja. Hay que llegar a todos lados con condiciones distintas dependiendo las vacunas”.
El especialista remarcó que “hay dos tipos de vacunas. Unas son las de adenovirus que modifican la información genética. Es una metodología de fabricación bastante conocida y desarrollada por lo que estamos acostumbrados. Con una heladera común alcanza. Después están otras tecnologías que son prometedoras que son las vacunas de ARN Mensajero. Se obtiene el material genético del coronavirus, se introduce en el cuerpo y este empieza a producir proteínas del virus. Cuando está en contacto con el virus real lo rechazás. La contra es que hay que hacerlo estable, porque se desequilibra fácilmente. Hay que tener condiciones a menos 20 o menos 80 grados. El desafío para la industria es hacerlo estable para que pueda llegar hasta el punto más remoto. Ahí aparecen todas las estrategias posibles porque no es lo mismo una gran ciudad que un pueblito lejano. Pensemos Argentina, o Brasil o México. Es un desafío por la temperatura, los accesos, la presencia o no de aeropuertos. Pero no es la única opción. Las debilidades o fortalezas dependerán de dónde se utilicen. Es bueno además que tengamos muchas opciones. Si no sirve para acá, tengo otra opción”.
Bereciartu remarcó que “los preacuerdos son fundamentales para garantizarte la provisión de dosis de distintos laboratorios. No hay una receta para cada lugar, hay que ver caso por caso y eso depende ya de los gobiernos obviamente. ¿Cuándo puede arrancar el operativo? Los desarrollos tienen un montón de controles científicos y de seguridad. Uno de los países rectores es Estados Unidos que tiene la FDA, que como la Anmat nuestra. Ellos son los primeros por lo general que dictaminan sobre el uso adecuado de tal medicamento o vacuna. Los países como el nuestro suelen adherir a esas pautas. Hay algunas que ya presentaron la solicitud de la aprobación de emergencia y se espera que la primera mitad de diciembre la FDA saque una resolución positiva. Eso allanaría el camino. Por eso en enero o mediados de enero podría haber una luz verde para avanzar con determinada vacuna. Ahí viene la decisión de cada gobierno, cómo y con quién lo hace”.
Bereciartu finalmente llevó tranquilidad sobre la calidad de las vacunas que se vayan a distribuir. “Esto podía pasar pero cómo pasó y la magnitud…ha habido otras epidemias como el H1N1 hace un tiempo pero esto ha sido diferente. Y sobre las vacunas, con las acreditaciones respectivas, la gente se la puede aplicar con tranquilidad. Pasa que hoy no podemos esperar 10 años, hay que hacerlo lo más rápido posible”.