La relación entre Mayweather y USADA (entidad encargada de los controles de doping olímpicos y en otras competencias de alto nivel) fue objetada, a través de sus sitios de internet, por medios norteamericanos. ¿Qué se le objeta al campeón mundial de los welter? Se denuncian beneficios recibidos por el millonario atleta, a partir de supuestos tratamientos vitamínicos endovenosos a los que habría sido sometido previamente a su pelea con el filipino Manny Pacquiao, el 2 de mayo pasado, también en Las Vegas. Se considera que los registros fueron excesivos y polémicamente aprobados, más allá de las reglas de USADA, según los informantes.

Tanto la institución como el pugilista deslindaron responsabilidades ante tal suposición. Al respecto, Mayweather, de 38 años e invicto en 48 peleas (26 por KO), fue irónico en su explicación: «Fui yo quien pidió todas estas pruebas para la pelea con Pacquiao. Siempre reclamé por la limpieza del deporte y ahora me encuentro con esta acusación. Absurdo»

Mientras tanto, diversos portales de venta de entradas para espectáculos en Las Vegas ofrecen remanentes por USS 300, 500, 750, 1000 y 1500 para el combate por la corona mundial de los semimedianos del Consejo Mundial de Boxeo y de la Asociación Mundial de Boxeo. Se estima que, por ahora, hay un sobrante de 2000 tickets de los 14.000 que fueron puestos en venta en el Casino MGM.

Virgil Hunter, coach de Berto, de 32 años, campeón interino (AMB) y poseedor de un récord de 30 victorias y 3 derrotas, anticipó: «Floyd y su gente representan un conflicto personal para nosotros y lo vamos a dilucidar sobre el ring. Ya lo verán».

El movimiento en las ventanillas de apuestas no mostró grandes variantes y fluctúa desde 16 a 40 a 1, a favor de Floyd, en distintos puntos del mundo. El pesaje será hoy, a las 19 de nuestro país, y ambos deberán encuadrar dentro de los 66,678 kg.

La posibilidad latente de equiparar el record histórico de Rocky Marciano, retirado invicto y como campeón a los 32 años, con 49 victorias consecutivas (43 de ellas antes del límite), entre 1952 y 1955, parece quedar relegado, estancando la participación efusiva de los aficionados, quejosos aún de su pobre último combate ante Pacquio e indiferentes en este cotejo mundialista.