La contactó un hombre a través de las redes sociales y la relación se fue profundizando. Él le dijo que era la mujer que buscaba para ser la madre de sus hijos. Usando un ardid, logró que le depositara más de $100.000 y desapareció.
La Policía de Seguí, junto a la División Delitos Económicos, trabajan tras el objetivo de esclarecer el engaño que perjudicó económicamente a una mujer de Seguí, aprovechándose de la vulnerabilidad emocional a la que fue conducida.
Una vecina de la localidad del departamento Paraná fue contactada por un hombre a través de las redes sociales, comenzando a tener conversaciones amenas, hasta que él le manifestó que había enviudado y que tenía un hijo. Se presentó como una persona de Estados Unidos, actualmente radicado en Siria, por cuestiones laborales.
Avanzada las charlas, se fue afianzando la confianza y se estrechó un cierto vínculo, al punto que el hombre le aseguró a la «seguiense» que era la mujer que buscaba para ser la madre de sus hijos.
En ese contexto, le hizo saber que le había enviado una acaudalada suma de dinero -con la promesa de luego venirse-.
Tras ello, otra persona se comunicó con la damnificada, aduciendo ser el contador del pretendiente. Le planteó a la mujer que había inconvenientes en Aduana y que el envío había sido bloqueado en Ezeiza, pudiendo solucionar el problema pagando una serie de impuestos.
La denunciante abonó algo más de $100.000 por estos conceptos, no recibiendo ningún fondo y perdiendo contacto con las personas que intervinieron en el engaño. Las buenas y serias intenciones se diluyeron, siendo además de una complicación económica, un tremendo impacto psicológico para la señora, según describe FM Estación Plus.
«Lamentablemente las redes sociales siguen siendo un canal de fácil contacto con las víctimas, por eso ponemos énfasis en recomendar medidas de prevención para la comunidad», manifestó el subcomisario Hernán Ortega y agregó: «Este tipo de hechos tiene la complejidad de que se utilizan perfiles falsos, se suministran datos que son inexactos con la realidad de quien comete la estafa. No obstante, se está analizando todo el material virtual con el que se dispone, a través de Delitos Informáticos».
El jefe de Delitos Económicos, Javier González, expresó que «se repite el común denominador, que es acceder a la persona persuadiendo su estado emocional. Se aprovechan de ciertas situaciones y se quedan con patrimonio de las víctimas, con lo que cada damnificado puede llegar a aportarles. Una vez alcanzado ese objetivo, prontamente estas personas se dan a la fuga, desaparecen, se retiran en forma imprevista y es ahí donde se tipifica el engaño. Defraudan la proposición que hubo inicialmente», explicó.