Se trata de un fenómeno que se da cada 200 millones de embarazos. Victoria, Delfina y Julieta llegaron por cesárea y sin complicaciones. Las tres pesaron alrededor de un kilo y medio y ya son socias de Temperley.
cesárea y sin complicaciones. Las tres pesaron alrededor de un kilo y medio y ya son socias de Temperley.
El parto de Victoria, Julieta y Delfina Chainski Catalá se adelantó casi un mes. Estaba previsto para el 23 de agosto, pero las trigemelas genéticamente idénticas -un caso que se da cada 200 millones de embarazos- del barrio San José, en Lomas de Zamora, nacieron el sábado 25 de julio a las 22, en la Clínica IMA, de Adrogué. Las hijas de Leonel Chainski y Vanina Catalá Ortmann nacieron por cesárea y sin complicaciones.
«Estábamos en casa, el jueves a la noche. El obstetra le había pedido a Vani que le mandara mensajes todos los días para tenerlo al tanto de cómo estaba. Esa noche ella le dijo que se sentía bien. Pero a los 10 minutos empezó con muchas contracciones, cada 5 minutos, durante una hora. Eso fue un síntoma de alerta para apurar la intervención», cuenta Leonel.
Esa noche de jueves, ya supieron que el parto sería inminente. «Ahí los médicos evaluaron la situación y creyeron que era conveniente hacer la cesárea el sábado. Armaron tres equipos, uno por cada bebé, y así trabajan desde ese momento», dice el padre de Juli, Delfi y Vicky.
A las 22.02 nació Victoria. Fue la primera y pesó 1,560 kg. Un minuto después llegó Julieta, con 1,630 kg. Delfina fue la última, a las 22.05, y la que menos pesó: 1,490 kg.
Las tres nenas continúan en Neonatología de la clínica, aunque solo por precaución. «No estamos en casa todavía -confirma Leonel-. El obstetra Marcelo Rey nos dijo que las iba a a dejar unos días mas porque fue un embarazo especial, así que se trata de prevención simplemente».
El de Vanina fue un «embarazo monocorial triamniótico». «Esto significa que las tres niñas son genéticamente idénticas», explica María Inés Visco, la ecografista que atendió a Vanina.
Lo singular del embarazo de la joven lomense es que a diferencia de la mayoría de los casos de trillizos, sus hijas provienen de la fecundación de un solo óvulo por un espermatozoide.
En estos casos, los libros hablan de un riesgo de complicaciones diez veces mayor al de los embarazos normales. Estas complicaciones se pueden dar si los fetos comparten arterias y a uno le llega más o menos oxígeno que a los otros, o directamente por el nacimiento prematuro.
Pero en el caso de Vanina no ocurrió nada de esto, lo que lo vuelve todavía más inusual dentro de lo ya extraordinario que es un hecho que se da cada 200 millones de embarazos.
El parto fue con anestesia local, a medio cuerpo, es decir que la mamá estuvo consciente y pudo ver el momento en que nacieron sus hijas. Leonel también estuvo presente, sacando fotos de todo el proceso y dándole apoyo a su pareja.
«En el momento, Vanina pudo ver a todas las nena excepto a Juli que se la llevaron enseguida. Pero ahora las tres están muy bien, Vani y Juli se reunieron, tuvieron contacto y fue muy lindo porque hasta entonces ella estaba intranquila», dice el papá de las trigemelas.
El adelantamiento del parto tuvo que ver con la frecuencia de las contracciones que tuvo Vanina en las últimas dos semanas. «Hicieron la maduración de los pulmones y lo programaron todo, nos atendieron muy bien», afirma Leonel.
Las nenas todavía no fueron a su casa pero ya tienen camiseta, de color celeste. Son socias del Club Atlético Temperley, que además de darles los carnets les dio la bienvenida a «las primeras trigemelas del Gasolero», a través de una comunicación oficial.
Lucía Sarmiento, coordinadora general de la Clínica, cuenta que vienen en racha con los embarazos múltiples, ya que tuvieron tres partos de mellizos en un mes.
Pero si bien anteriormente recibieron trillizos, es la primera vez en la historia del centro de salud que atienden un caso de trigemelas provenientes de un solo óvulo.
«Hace cuatro años nacieron acá unos trillizos, Lorenzo, Joaco y Lupita. Y dos año atrás tras nenas trillizas. También atendemos a prematuros extremos, acá nació uno de los primeros bebes más pequeños del país, con 490 gramos. Pero este en particular es un hecho con características únicas», detalla Sarmiento.
«Estamos a la espera de la evolución, aún no se puede decir cuándo se les dará el alta, pero por lo pronto nos sentimos contentos y orgullosos», agrega.
Para Vanina y Leonel. entretanto, 2020 avanza a la velocidad de la luz. En enero estaban de vacaciones en Europa cuando supieron que serían papás por primera vez.
De regreso en la Argentina, con los primeros estudios se enteraron de que sería un nacimiento múltiple y por triplicado, fruto de un embarazo natural, sin tratamientos de fertilización mediantes. Y pronto tuvieron que aprender de qué se trata un embarazo monocorial de trigemelas.
Definitivamente es un cambio impactante para la pareja, que se conoce de casi toda la vida -«éramos compañeros de clase en la Escuela Media Nº 14 Tomás Espora, primero fuimos amigos, después novios y la semana pasada cumplimos 15 años juntos con cinco de convivencia», relata Vanina- y comparte la profesión: ella es docente de Biología y él de Química de la Escuela Superior Nº 15 Vicente D. Sierra, de Temperley.