El seleccionado argentino de fútbol caía 2-0 ante ante México en el amistoso que se disputó en el estadio estadounidense AT&T, pero Agüero y Messi lo empataron en los cinco minutos finales
El seleccionado argentino de fútbol caía 2-0 ante ante México en el amistoso que se disputó en el estadio estadounidense AT&T, pero Agüero y Messi lo empataron en los cinco minutos finales.
El encuentro tuvo lugar anoche en un colmado AT&T Stadium, de Dallas, en el que Aguero sumó 33 goles con la camiseta Argentina a los 39 minutos del segundo período y Messi 49 a dos del final del partido.
Previamente, Javier «Chicharito» Hernández a los 19 minutos de la primera etapa, de tiro penal, y Héctor Herrera, a los 24 de la
segunda, habían puesto en ventaja a los mexicanos.
La primacía táctica en el juego le duró solamente cinco minutos a Argentina, más precisamente hasta que en el «toma y daca» que decantó de un juego de transiciones rápidas en el medio y esquemas muy distintos para defender y atacar, México empezó a prevalecer en el lugar más peligroso para los dirigidos por Gerardo Martino: su propio campo.
Es que a partir de una línea de cinco que generaba un embudo difícil de superar para la inferioridad numérica de los que atacaban en Argentina, incluyendo en ello a delanteros pero también a volantes, los dirigidos por Ricardo «Tuca» Ferretti se desplegaban por los costados con la velocidad de Héctor Herrera y Raúl Jiménez, mientras que en el medio Andrés Guardado y Juan José Vázquez se las arreglaban sin problemas ante los intrascendentes Ever Banega y Fernando Gago.
Argentina carecía de fluidez en el juego, Lionel Messi debía retroceder hasta su propio campo para hacerse de la pelota y su contacto con Carlos Tevez solamente se circunscribía a alguna habilitación larga, que era lo único que permitía la situación.
Claro que esto provocaba un riesgo no asumido para Argentina, cual era el de lo desguarnecida y abierta que quedaba su defensa cada vez que se perdía la pelota en tres cuartos de cancha.
Es que Javier Mascherano no era acompañado en el retroceso por los mencionados Banega y Gago, porque ese «triple cinco» que nunca fue tal, pareció no reconocer sus roles en el caso de los laderos del hombre de Barcelona.
Entonces la defensa albiceleste quedaba expuesta a la velocidad de un inasible Javier Hernández, que recorría todo el frente de ataque mexicano corrido por lo general desde atrás por Nicolás Otamendi, que la única vez que lo alcanzó en el primer tiempo fue para cometerle una infracción desde atrás dentro del área que derivó en un penal convertido por el propio «Chicharito» con un derechazo bajo y esquinado, a la izquierda de Nahuel Guzmán.
Iban 19 minutos pero las condiciones mencionadas no variarían hasta la finalización de la primera etapa, con la salvedad que México pudo aumentar sobre la media hora cuando Gago dio un pase al medio igual al de su compañero boquense Rodrigo Bentancur ante San lorenzo, pero que en vez de Mauro Matos esta vez capturó Javier Hernández, quien mano a mano con Guzmán remató apenas alto.
Las aproximaciones de Argentina se dieron entonces por la izquierda, cuando un poco a los «ponchazos» intentaban juntarse Marcos Rojo y Angel Correa. De hecho, los dos estuvieron cerca, pero en ambos casos resultaron defectuosas sus resoluciones finales.
Para el segundo período el conjunto argentino varió la estrategia y ya no fue al golpe por golpe, sino que intentó un mayor control de pelota para apaciguar el vértigo mexicano, algo que logró a medias, porque evidentemente extrañaba el equilibrio que le da Lucas Biglia al medio campo, el fútbol de Javier Pastore y la velocidad de Ezequiel Garay para llegar a los costados, muy contrastante hoy con la lentitud exhibida por Martín Demichelis.
Claro que a pesar de todos estos desajustes manifiestos, Argentina tiene obviamente jugadores de jerarquía y solamente por ello logró inquietar en algunos pasajes del comienzo del segundo tiempo a los aztecas.
Pero esas tibias aproximaciones en los pies de Correa y Tevez no tuvieron su correlato con el pobre funcionamiento de sus compañeros, que siempre parecían tener una marcha menos cuando los mexicanos arrancaban lanzados en mitad de cancha y le apuntaban directamente al pecho de los defensores argentinos.
Y esto nada tenía que ver con el pésimo estado del campo de juego, que contrastaba con la belleza de un estadio como el AT&T, propiedad del equipo de fútbol americano de los Cowboys de Dallas, protagonistas de la NFL, que tuvo un total de 90.000 espectadores en sus graderías.
Por eso quizás no sorprendió demasiado que segundos antes de cumplirse los 25 minutos otra vez la defensa argentina fuera otra vez sorprendida muy abierta para que Herrera, ingresando por el medio y con un furibundo derechazo doblegara por segunda vez en la noche estadounidense a Guzmán.
Le pegó a Martino estar perdiendo el tercer partido desde que se hizo cargo del seleccionado (fue el decimosexto en el banco argentino) e inmediatamente después de la conquista del «tri» realizó cuatro cambios en forma conjunta, uno de ellos Sergio Aguero por Tevez.
Y en ese cuarto de hora final en cancha la sociedad entre «Lío» y el «Kun» fue mucho más que la que intentaron el rosarino y el «Apache» en los 75 minutos anteriores.
Primero porque Aguero logró el descuento a los 39 minutos tras una mala salida del arquero Moisés Muñoz y una coreajeada de Ezequiel Lavezzi y posteriormente porque asistió a Messi para que faltando dos minutos el capitán argentino lograra la paridad con una definición similar a la del alemán Mario Gotze en la final del Mundial de Brasil contra el equipo de Alejandro Sabella.
Y en el puñado de minutos que faltaban llegó la búsqueda de un triunfo que cerca estuvo de concretarse y habría solidificado un acierto de Martino en la emergencia, cuando supo dar un golpe de timón para refrescar a un equipo que, sin embargo, siguió mostrando muchos de los defectos observados en la Copa América de Chile, especialmente cuando en el retroceso tanto lo complican los contraataques rivales.
Y fue empate nomás, seguramente con material rico para implementar correcciones de cara al comienzo de las eliminatorias, que en un mes tendrán a Argentina debutando en cancha de River ante Ecuador, pensando en un Mundial 2018 que hoy aparece tan lejano como el buen funcionamiento para este seleccionado argentino.
– Síntesis –
Argentina: Nahuel Guzmán; Facundo Roncaglia, Martín Demichelis, Nicolás Otamendi y Marcos Rojo; Javier Mascherano, Fernando Gago y Éver Banega; Lionel Messi, Carlos Tevez y Ángel Correa. DT: Gerardo Martino.
México: Moisés Muñoz; Iván Jiménez, Héctor Moreno, Rafael Márquez, Diego Reyes y Miguel Layún; Héctor Herrera, Juan José Vázquez y Andrés Guardado; Javier Hernández y Raúl Jiménez. DT: Ricardo Ferretti.
Gol en el primer tiempo: 19m. Hernández (M), de tiro penal.
Goles en el segundo tiempo: 24m. Herrera (M), 39m. Aguero (A) y 43m. Messi (A).
Cambios en el segundo tiempo: 20m. Jorge Torres por Vázquez (M), 24m. Emmanuel Mas por Rojo (A),30m. Sergio Aguero por Tevez (A), Roberto Pereyra por Gago (A), Matías Kranevitter por Demichelis (A) y Ezequiel Lavezzi por Correa (A) y Carlos Vela por Hernández (M), 36m. Jesús Dueñas por Herrera (M) y 40m. Oswaldo Alaniz por Márquez (M).
Estadio: AT&T (Dallas).
Arbitro: Ricardo Salazar (Estados Unidos).
Fuente: Télam