Separados por la pandemia: El conmovedor reencuentro entre un niño y su mamá

Un niño de cuatro años logró reencontrarse con su madre luego de varios días de incertidumbre en los que no podía verla por un bloqueo interprovincial entre Santiago del Estero y Santa Fe, por casos positivos de coronavirus.

o_1592390415
María Lorenza Michelini, vive en Selva, Santiago del Estero, y llevó a su pequeño hijo Gabriel, a la casa de su padre, en Ceres, Santa Fe. Después, hubo casos de Covid-19 en esta última ciudad y se cerró el ingreso a la otra. Ahí comenzó todo.

o_1592390392

El inicio de la historia
El lunes 8 de junio el niño de cuatro años había ido de Selva a Ceres para pasar unos días con su papá Eduardo. Gabriel vive en la ciudad santiagueña con su mamá y Carlos, la pareja. En el mundo prepandemia, todos los fines de semana iba a dormir a la casa de su papá, que vive en otra provincia pero a pocos minutos de su casa. El lunes la «nueva normalidad» regía en ambas localidades. Pero el martes, la detección del primer positivo en Ceres restringió el paso interjurisdiccional entre dos ciudades hermanadas e interconectadas.

«Al ser tan pequeño, solo iba de visitas un par de días. No más de dos o tres días. Él estaba bien con su papá pero el jueves ya empezó que quería volver», relató su madre. El viernes a las doce del mediodía se dirigió a la frontera, sobre la ruta nacional, nutrida por las fuerzas de seguridad de la provincia. Fue acompañada por su pareja. Del otro lado, también estaban Gabriel y su papá Eduardo. Pensaban que si primaba la cordura entre los oficiales, podían atravesar el cerco policial.
«Ellos nos decían que no, que tenían la orden de no dejar pasar a nadie, que había que hacer trámites, que la cosa no se solucionaba así nomás. Estábamos él de un lado y yo del otro. Yo lo veía y trataba de que no me viera para que no llorara. Pero la que lloraba y estaba bastante nerviosa era yo. No podía hablar», contó. Su pareja se encargaba de mediar con las autoridades. Se fueron y volvieron a las dos de la tarde con fotocopias de los documentos y nuevo material para acreditar el vínculo. Insistieron. «Nos dijeron que iban a enviar un informe a las oficinas de la provincia. Pero que podía tardar horas y que seguro la respuesta iba a ser negativa».

o_1592390392_1

En los dos intentos, Lorenza vio a su hijo, pero él no la vio a ella: era la idea. No querían que Gabriel quedara sensible por el drama en el que había quedado envuelto. El domingo la madre decidió hacer público el caso. Un periodista local propagó la historia. Inmediatamente políticos y abogados se solidarizaron e hicieron lo que los policías no: la asesoraron. Bastaba con pedir un permiso de circulación para el traslado de hijos de padres separados. El domingo a la noche tramitó el certificado.

o_1592390393
«Cuando llegué, la policía caminera ya sabían la historia. Hasta el intendente estaba al tanto y había ido a mediar el domingo, pero la decían que la decisión era a nivel provincial». Eran las diez de la mañana cuando Lorenza se presentó en la frontera provincial entre Santiago del Estero y Santa Fe, sobre la Ruta Nacional 34, a mitad de camino entre Selva y Ceres. A las 11:30 del mediodía, luego de que desde la capital santiagueña aprobaran la habilitación del permiso nacional ya otorgado, el niño de cuatro años se dirigió al encuentro con su madre.
Habían pasado siete días. Nunca estuvo tanto tiempo lejos de los brazos de su progenitora. Cuando la divisó, corrió a sus brazos. «Me vio, me dijo mami y corrió a abrazarme», recordó. En su mochila llevaba la tarea del jardín, lápices de colores, cuadernitos, tapitas y su ropa. Después ambos pasaron por una cabina de desinfección, les tomaron los datos y la temperatura. Hoy recibió de parte de la policía local una orden de aislamiento por catorce días. «Ayer estaba muy sensible y no se despegaba de mí. Creo que fue un poco conmovedor y dramático para él ver tantos policías y tanto movimiento. Hoy se despertó más tranquilo, pero me pidió que olvidáramos lo que pasó. No quiere que hable del tema», concluyó la madre.

Comentarios