«Si no puedo ayudar con mis manos, lo hago con mi cabeza», resaltó Ripoll, médica española que contrajo coronavirus y que hoy cumple la cuarentena. «No dejen los niños con los abuelos, son la gente más frágil», pide.
Marta Ripoll resultó ser un caso positivo de coronavirus. Trabaja en un hospital de la periferia de la capital de Lombardía. Hoy, en cuarentena cuenta que sabía lo que podía pasar porque «había estado en contacto con gente que a posteriori dio positivo. Era sólo cuestión de tiempo». En diálogo con La Vanguardia, menciona que el hecho que «se me complicara con una neumonía lo he vivido con más angustia, porque viendo la evolución que hacen estas neumonías, que pueden llegar a ser muy graves, eso no te deja demasiado tranquila».
«No dejen los niños con los abuelos, son la gente más frágil»
Mencionó que lo que más le cuesta de este aislamiento que atraviesa es «no poder trabajar con mis compañeros, el no poder estar en primera línea es algo que llevo muy mal. Quien me conoce sabe que en 10 años he trabajado casi todos los días. Hacen falta manos, pero las mías ahora mismo no pueden estar ahí. Tengo que cuidarme. Pero si no puedo ayudar con mis manos, lo hago con mi cabeza. Sigo alertando a la población para que la situación se resuelva lo antes posible».
¿Cree que la situación en España puede llegar a parecerse a la de Italia?, le consultaron. «Hace días que hablo con amigos, también con mis padres. Hablando con ellos me di cuenta de que en España, hasta hace bien poco, no se entendía la gravedad de la situación. Empecé a enviar información: imágenes de radiografías de pulmón, número de casos que teníamos en urgencias… todo ello para ponerles al corriente y alertarlos. Al final decidí colgar un post en Facebook porque no podía llegar a todo el mundo de manera individual. Mis padres y mis amigos están en España, y no quiero que vivan lo mismo que está ocurriendo en Italia».
Nadie es inmune. ¡Quédense en casa!
Nadie es immune!! QUEDAROS EN CASA!!!protegeros es proteger tambien a los otros!
Los numeros hablan, solo en la Lombardia:
5500 ingressados
767 en la UCI
1218 MUERTOS
Total de casos 13272
#iorestoacasa #yomequedoencasa #johemquedoacasa
Publicada por Marta Ripoll en Lunes, 16 de marzo de 2020
«Hay gente joven entubada con necesidad de altas concentraciones de oxígeno»
Al mismo tiempo aconsejó: «Quédense en casa. Esta enfermedad no es como una gripe, provoca neumonías muy graves, y no sólo se muere la gente mayor, paralelamente hay gente joven entubada con necesidad de altas concentraciones de oxígeno».
Pidió encarecidamente además: «No dejen los niños con los abuelos, son la gente más frágil. No vayan al parque, quédense en casa, esta tiene que ser la norma para evitar el máximo de contagios. Cuantos menos contagios haya, menos personas enfermarán, y si menos personas enferman, mejor podrá resolver la situación el sistema sanitario».
Respecto de la situación de los hospitales italianos, la médica contó: «Están completamente colapsados, sobre todo los de la zonas más afectadas como Lodi, Cremona y Bérgamo. Ayer conocimos la noticia que en Bérgamo ya no hay más plazas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y que los pacientes tienen que ser desviados a otros centros. Y eso que Lombardía tiene uno de los sistemas sanitarios mayores de Europa: hay muchas plazas de UCI, muchas camas, pero se están empezando a agotar».
«Trabajando en urgencias, la muerte es algo que tocas habitualmente. Pero normalmente lo vivimos de otra forma. Puedes hablar con los familiares, les das apoyo, les permites entrar para que estén a lado del enfermo que se está muriendo, es muy distinto. En los hospitales, desde hace tres semanas, los familiares no pueden visitar a los pacientes ingresados. Eso quiere decir que los enfermos con problemas respiratorios infectados, que se encuentran en zonas aisladas, solo pueden ser visitados por personal sanitario correctamente protegido. Eso hace que se encuentren solos», relató con mucho pesar. Y enseguida agregó: «Los parientes no los pueden visitar, cuando están en urgencias tampoco pueden entrar, y eso causa mucha soledad. Para ellos, pero también para nosotros. No sabemos cómo consolarlos. Tú estás con tu equipo de protección, ellos prácticamente sólo te ven los ojos… es muy difícil. A veces tenemos tiempo de avisar a los parientes. Les dejamos entrar con las protecciones adecuadas para que se puedan despedir. Pero a veces el enfermo empeora súbitamente y no hay tiempo. Es una situación dura».
«Lo que me ha impactado más es la facilidad del contagio»
«Nadie de nosotros había vivido una pandemia tan grave y dura. Y sobre todo con tantos casos concentrados en una cierta zona en tan poco tiempo. Ese es el principal problema, tener tantos casos de una misma patología concentrados en tan poco tiempo. Eso es lo que hace que el sistema sanitario colapse. No es tanto la enfermedad en sí misma. A ver, no es una gripe, es un virus muy virulento, que causa neumonías muy graves. Pero si los casos se hubieran producido en un espacio de dos, tres, cuatro o cinco meses, pues es una cosa, pero todo el mundo se contagia al mismo tiempo, en 15 días o tres semanas… El sistema sanitario no está preparado para aguantar esta situación, con lo que te encuentras con dificultades», relató la profesional de la salud.
Lo que más le ha afectado «es la facilidad del contagio. El virus se contagia muy fácilmente. Hablando, tosiendo, con un apretón de manos, un abrazo, un beso, tocando una superficie que ha estado en contacto con el virus… Y también su virulencia. No había visto nunca casos de neumonías tan graves. Recuerda mucho al SARS, también al MERS, pero enfrentarte a tantos casos a la vez como ahora es impresionante».
Otra cosa que la ha impactado «es la transformación de los hospitales para poder afrontar, de un día para otro, esta crisis. Todo el esfuerzo que supone, creando plazas de UCI en salas operatorias, compañeros trabajando muchas horas con las máscaras que acaban con dificultad para respirar y dolor de cabeza… Nadie se ha echado para atrás. Todo lo contrario, los profesionales estamos unidos más que nunca, con la máxima colaboración».
Respecto de s estado de salud, refirió: «Estoy bastante bien. Un poco cansada, con algo de tos. Al principio parecía como si estuviera incubando una gripe, sin fiebre demasiado alta. De hecho, hasta el día antes de saber que tenía una neumonía, había tenido solo febrícula. Por suerte, sólo he estado tres días ingresada. Ni tan sólo he necesitado que me trataran con la terapia antiviral porque, por suerte, mi cuerpo ha respondido bien, con lo que sólo me han tenido en observación para que no tuviera dificultades para respirar».
«Todo el mundo empieza a tener parientes, amigos, que tienen el virus, que están ingresados o incluso que han muerto. Y es que 1.640 muertos en 26 días en una sola región pone los pelos de punta. Por eso nos tenemos que quedar en casa», aseveró por último la médica