En medio del avance del coronavirus y las nuevas medidas para contenerlo y sostener a la economía, el Gobierno estudia «la postergación del pago de algunos impuestos» y se contemplaría particularmente la situación de los monotributistas.
El paquete de ayuda anunciado el martes por el Gobierno nacional no contempló a casi dos millones de contribuyentes integrados por monotributistas, autónomos y pequeñas empresas, según señalaron especialistas en temas tributarios al diario Ámbito Financiero.
El párate económico, como consecuencia de que mucha gente se queda en su casa, golpea a numerosos sectores que prácticamente no venden nada.
Esta situación afecta a choferes de taxis o remises, profesionales de diferentes disciplinas, empresas dedicadas a la organización de eventos, comercios como peluquerías, bares, gimnasios, kioscos, comercios en general entre muchas otras actividades. Pocos sectores, como los supermercados o los almacenes, escapan a esta situación.
Sin embargo, aunque los comercios vean drásticamente reducidos sus ingresos, tienen que seguir haciendo frente al pago de impuestos, el alquiler, los servicios y de salarios. Y muchos de ellos no son sujeto de créditos para los bancos y además, aunque lo fueran, lo que necesitan es una baja impositiva no contraer deudas, sostienen voceros del sector. El temor es que muchos opten por quebrar ante la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones.
Este problema fue analizado en el Gobierno y aunque no se los incluyó en el último paquete de anuncios, no se descarta que «en los próximos días» pueda haber algunas medidas de alivio tributario. «Se está estudiando la postergación del pago de algunos impuestos que también contemplarían a los monotributistas», comentaron al diario porteño citado, fuentes cercanas al presidente Alberto Fernández.
Dada la emergencia, en el Gobierno señalan que «todo está en estudio». Es que, si el país ya tenía dificultades para crecer antes del coronavirus, la pandemia directamente sepultó la esperanza de una rápida recuperación.
Los economistas más optimistas hablan de una caída del PBI del orden del 2,5% y, siempre y cuando, la pandemia no se prolongue demasiado en el tiempo.
En los despachos oficiales admiten que por «el derrumbe de la economía, es muy difícil de dimensionar el impacto fiscal», en un contexto donde las arcas del Tesoro están exhaustas. De hecho el paquete que se anunció significa casi 2% del PBI y a pesar de ello distintos especialistas consideran que es insuficiente. De las diferentes ayudas estatales quedan excluidos aquellos que integran lo que se conoce como la «economía en negro» que, cabe recordar, se ubica en torno al 35%. El problema, admiten en el gobierno, es la dificultad para llegar a asistirlos.
«La situación se analiza día a día», explican en la Rosada. Por esta razón es que no se descarta que pueda haber algún auxilio para estos sectores.