El “pañuelazo» frente al Congreso en apoyo al proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fue a las 19 y se replicó en 100 ciudades del país.
En la Ciudad de Buenos Aires comenzó a las 17 con talleres, radio abierta, un partido de fútbol, presentación de libros y audiovisuales y actividades artísticas.
A la marcha se sumó el colectivo chileno “Las tesis” encabezó la coreografía “Un violador en tu camino” con una letra adaptada a la demanda por #AbortoLegalYa de Argentina.
En esta oportunidad la calle no estaba dividida. El #19F es el “Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro” y, al ser una fecha feminista, no hubo vallas que separaran verdes de celestes. Los pañuelos eran sólo verdes y se preparaban para estar en alto a las 19 cuando en todo el país se hizo en simultáneo un nuevo “pañuelazo federal” para exigir que el aborto legal se convierta en ley este año.
Con todo su peso simbólico, el Congreso de la Nación volvió a ser el marco de la concentración de quienes salieron a “tomar las calles” para reclamarle a diputadas, diputados y senadores que voten a favor del proyecto presentado ya ocho veces por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Se montó un escenario y sobre sus tablas, a las 19, el colectivo chileno “Las Tesis”, autoras del fenómeno global “El violador en tu camino”, encabezó una coreografía con la letra adaptada a la problemática local. La performance de las mujeres con ojos vendados, hecha por primera vez públicamente con la letra modificada, fue impactante.
“El patriarcado es un juez, que nos obliga a parir, y nuestro castigo, es la violencia que ya ves. Es femicidio. Maternidad como destino. Es violación. Es aborto clandestino”, dice parte de la letra adaptada, de cuya escritura participó la escritora argentina Claudia Piñeiro. La misma llegó a la plaza cerca de las 17 hs. para brindar una exposición en la carpa 4, dedicada a la “ficción” junto a otras autoras. También expuso Dolores Reyes, autora de Cometierra, y Belén López Peiró, autora del libro “Por qué volvías cada verano”, que leyó un fragmento de su libro sobre abuso sexual, “a carpa llena”.
La previa al pañuelazo fue una fiesta. Mujeres y disidencias sentadas en rondas en la avenida cortada, tomando mate, pintándose la cara con purpurina verde o violeta, aceptando la invitación de la Campaña: “Vení a ser parte de la historia”.