Ante la baja de tasas y vigencia del cepo, el Banco Central habilitará a las entidades financieras la posibilidad de que ofrezcan plazos fijos ajustables por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) precancelables a los 30 días.
Con el objetivo de estimular las inversiones en pesos en momentos de una persiste baja de tasas y la plena vigencia cepo hard, el Banco Central (BCRA) habilitará a las entidades financieras la posibilidad de que ofrezcan plazos fijos ajustables por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) -inflación- precancelables a los 30 días, confirmaron fuentes de la autoridad monetaria a Ámbito.
A través de esta medida –que será anunciada este jueves-, el BCRA busca igualar el período mínimo de colocación que permiten hoy los plazos fijos tradicionales, cuyas tasas han mostrado una importante en las últimas semanas, ubicándose por debajo de la inflación proyectada.
Actualmente, los plazos fijos en UVA –que pagan la inflación, más un plus de entre 1% y 5%- solo se pueden constituir a 90 o 180 días, lo que desalienta a muchos ahorristas a considerarlos como una opción interesante de inversión, frente a la permanente volatilidad de la macroeconomía argentina.
Más allá de esto, los plazos fijos indexados vienen mostrando un crecimiento sostenido en los últimos meses, sobre todo a partir del salto inflacionario y la imposibilidad de comprar dólares en forma ilimitada, pero aun así mantiene una muy acotada participación en el total de los depósitos a plazo.
Según las últimas cifras disponibles del BCRA, el pasado 10 de enero los plazos fijos tradicionales alcanzaban los $1.311.430 millones (poco más de 98% del total), mientras que los ajustables por UVA/CER sumaban apenas $26.317 millones (menos del 2% del total). Con relación al crecimiento que han mostrado en los primeros 10 días del año, los primeros aumentaron un 6,7%, mientras que los segundos se incrementaron en casi 10%.
Los especialistas concuerdan en que una colocación que devuelva la inflación –estimada en casi 43% para este año, según el mercado- podría ser una muy buena alternativa durante el 2020, en un contexto de fuertes controles de cambio y plazos fijos tradicionales que ofrecen tasas reales negativas.