Uruguay votó por un cambio político en una primera vuelta presidencial que abrió un ballottage dificil para el partido que gobierna desde 2005: el Frente Amplio.
La izquierda fue el partido más votado, pero con una significativa pérdida de votos respecto a las elecciones anteriores, que pasó de casi 48% a un 40% según los primeros indicios, lo que le hace perder la mayoría en ambas cámaras legislativas.
El frenteamplista Daniel Martínez, exjefe de gobierno de Montevideo, y el líder del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, que obtendría cerca del 29% de los sufragios, competirán el 24 de noviembre por la presidencia.
Tras conocerse los resultados, festejó la oposición y el Frente acusó el golpe de una votación muy inferior a la que esperaban.
Lo que marca la cancha para la segunda vuelta es que los partidos Nacional, Colorado, Cabildo Abierto e Independiente tienen un principio de acuerdo para una alianza que les asegure mayoría en Senado y en Diputados.
La jornada fue tensa por la expectativa de una elección clave, de cruce de caminos, entre un cuarto gobierno del Frente o un cambio de administración. Y temprano, el presidente Tabaré Vázquez puso la cuota de dramatismo, al hacer referencia a su batalla contra el cáncer de pulmón: «El mañana es el día de hoy y la enorme esperanza de que sea otro y otro y otro. Tengo la esperanza y el deseo de poder poner la banda presidencial al próximo presidente de la República», dijo en la puerta de su casa del Prado, al salir para su barrio de infancia La Teja y votar en el club Progreso del que también fue presidente.
Simpatizantes del Frente Amplio transmitieron con afecto y emoción: «Mucha fuerza», «Arriba».
Martínez, el candidato oficialista salió por su barrio del Buceo, cerca de la rambla montevideana y se mostró tranquilo, conversando con prensa y militantes. Dijo que había recibido varias llamadas de saludos del exterior, como del candidato argentino Alberto Fernández, «allegados al presidente de España, Pedro Sánchez»y del excandidato del Partido de los Trabajadores de Brasil, Fernando Haddad.
«Uruguay se ha convertido en un oasis de certezas», dijo Martínez, al pasar un mensaje político sobre ventajas comparativas del país. Eso fue parte esencial de la campaña del Frente Amplio, comparando con lo que sería un gobierno de varios partidos que hoy están oposición, a lo que presentan como «escenario de incertidumbre»
«Ya está todo jugado, se le puso buena onda y alegría a la campaña. Ahora, que la gente decida», indicó Martínez, que había sido cuestionado en la interna de la izquierda por considerar que no había hecho una campaña como esperaban. Pese a ello, eso se había diluido en los últimos días cuando el Frente Amplio mostraba un repunte firme.
Por su parte, Luis Lacalle Pou arrancó el día en recorrida por ciudades de Canelones, el segundo departamento del país, donde él vota. «Fue una elección en la que dejamos todo», había dicho temprano, confiado en la estrategia que delineó cinco años atrás.
Marcó el panorama de la noche, de «mucha prudencia y paciencia», con el argumento de que el camino para la segunda vuelta dependería del caudal electoral de cada partido. «Prudencia pero a la vez con pasión», puntualizó el candidato blanco. Y reafirmó lo que mantiene como eje de su propuesto: «Estoy orgulloso de un equipo técnico que hace años que se viene preparando intelectual y anímicamente», dijo Lacalle Pou.
Esos cuadros técnicos fueron protagonistas de la campaña del Partido Nacional. También puso el toque emocional: «La política bien entendida se hace a corazón abierto y cuando dejás todo estás tranquilo».
El candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi, fue preparando el terreno: «El resultado no es lo más importante; a veces premia hacer las cosas bien y otras veces no». Y, pensando en una futura alianza con blancos y otros, dijo que ahora se ingresa a un «modo construcción de un futuro gobierno» y, dependiendo del resultado, «habrá que construir alianzas, porque nadie podrá gobernar solo». La novedad de la elección, el líder de Cabildo Abierto, el general retirado Guido Manini Ríos, dijo que esta elección es «de las más importantes de la historia por lo que está en juego» y fue claro en que su partido está del lado del cambio, para «terminar con esto que estamos viviendo».
El expresidente José ‘Pepe’ Mujica venía hace tiempo manejando un escenario complicado, aunque recuperó optimismo en los últimos días, tras una levantada entusiasta del Frente en la calle. Pero ayer, viendo que deberían ir a un ballottage complicado, Mujica dijo: «Soy consciente de que probablemente tenga que salir a militar de vuelta unos días».
En tanto, según los datos de escrutinio al cierre, la enmienda constitucional de medidas de combate duro al delito, no llegó a superar el 50% necesario para su aprobación. Ahora, se abre una etapa de negociaciones hacia el 24 de noviembre.