Bioquímicos podrían suspender servicios de análisis clínicos en laboratorios de todo el país por la grave situación económico-financiera que atraviesa el sector bioquímico, y si el Gobierno no da respuestas positivas a reclamos concretos como, por ejemplo, que sus insumos (la mayoría cotizados en dólares) sean eximidos del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Así lo anticipó María Alejandra Arias, presidente de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (Cubra), entidad que agrupa a más de 7.000 bioquímicos y más de 4.500 laboratorios de análisis clínicos diseminados en todo el territorio nacional.
“Hemos solicitado al Poder Ejecutivo que se exima del pago del IVA a los productos sanitarios para diagnóstico in-vitro (IVD), que incluye reactivos, instrumentos, aparatos, equipos, descartables y todo lo necesario para el funcionamiento de los laboratorios de análisis clínicos, la mayoría de origen extranjero, por lo que se han incrementados sus costos de manera desorbitada”, aseguró Arias.
Sobre este tema, admitió que el sector está en emergencia y explicó que muchos proveedores no entregan los insumos o lo hacen sin precio o al valor dólar del momento, lo que provoca más incertidumbre.
“La depreciación de los aranceles, el aumento de la inflación, la fuerte suba del dólar, la devaluación de la moneda, la falta de respuesta de los financiadores, el estiramiento en la cadena de pagos, el crecimiento del gasto, la atomización de los ingresos, la concentración de infraestructura y las tasas elevadas, han puesto en jaque a los laboratorios de análisis clínicos, desfinanciándolos y llevándolos al borde de la quiebra, lo que hace que la situación del sector sea insostenible, provocando así el cierre de muchos de ellos, aumentando el desempleo y afectando la accesibilidad de los beneficiarios de la seguridad social, que hoy tienen la posibilidad de recibir atención hasta en las localidades más pequeñas”, sostuvo la titular de Cubra.
A modo de ejemplo, explicó que tanto el año pasado como este, el Pami (una de las obras sociales más importantes en cuanto a cantidad de afiliados) incrementó el valor de los aranceles en porcentajes muy inferiores en relación con la inflación, generando el desfinanciamiento de una importante cantidad de laboratorios.
“Según el Indec, la inflación del año pasado fue del 47,65% y el aumento otorgado por el Pami fue del 38%, teniendo en cuenta que la última cuota del aumento fue del tres por ciento y lo cobramos en agosto de este año. A julio pasado, la inflación ascendió al 54,39% y el aumento sólo del 32%. Lamentablemente, si esto sigue así, en pocos días más los bioquímicos del país nos veremos imposibilitados de seguir brindando el servicio”, finalizó Arias.