Un Juez le dio luz verde y el frigorífico quedó cerca de la reapertura
El frigorífico de caballos quedó al borde de la reapertura. Así se desprende del fallo judicial, con fecha 28 de agosto, del Dr. Héctor Osvaldo Chomer, juez comercial que tiene a su cargo la causa de la quiebra de la empresa Frigorífico Equino de Entre Ríos. En su fallo, el magistrado autoriza el alquiler de la planta a la cooperativa de trabajadores y deja la puerta abierta para una futura venta. El contador de la Cooperativa adelantó que en pocos meses la planta podría estar en condiciones de ser reabierta.
“Es una muy buena noticia para todos los trabajadores. Desde el 2017 que venimos trabajando con un grupo de los chicos de la Cooperativa y surgió la idea. Incluso se pensó que ellos mismos podrían pedir la quiebra, pero solicitando la continuidad”, revela el contador Roberto Martinolich que pertenece a la Cooperativa de Trabajadores. “Esta resolución del Juez Chomer después de obtener la matrícula definitiva, que llevó mucho esfuerzo conseguirla, es dar en locación con posibilidad de adquirir la planta con el pasivo que la empresa tiene con los trabajadores. Por eso da un plazo y considera conveniente arrendar la planta, dejando expédita la posibilidad de adquisición con los pasivos concursales verificados”, agregó.
Martinolich advirtió que el pasivo laboral podría servir para compensar el valor de la planta. “Nuestra alegría hoy es que el gran paso se dio, y ahora estamos en condiciones que la cooperativa tenga el frigorífico y pueda empezar a producir. Por supuesto que hay cosas por solucionar, hay que repararlo para ponerlo en marcha y conseguir las habilitaciones correspondientes. En dos o tres meses puede que la chimenea esté arrojando humo”.
El profesional, sobre la resolución del magistrado Chomer apuntó que “está claro que los créditos de cada trabajador servirán para compensar la adquisición de la planta, que fue la idea original. La Ley de Quiebras reglamentó bastante bien la continuidad de las empresas en quiebra. Esta resolución nos reconoce como actores principales, permite compensar el crédito más algunas ventajas con respecto a cualquier otro oferente en igualdad de condiciones. Si eso sucede tiene preferencia la cooperativa”. Martinolich contó que hubo una empresa interesado pero que hizo una oferta fuera de tiempo. “Estaba acompañado de un organismo sindical. Incluso hicieron un depósito de garantía pero no sé si conocían el proceso concursal porque no se puede hacer ofertas de compra hasta que no esté abierta esa vía. Se presentaron mal, deberían haber esperado a que el juez abriera el registro de interesados. Hay una parte del sindicalismo de la carne que acompañó a esta empresa, y pareciera que cierto sector en vez de estar a favor que los empleados trabajen está en contra. No sé, debe ser un parecer mío…nosotros queremos que el frigorífico funcione con los empleados de la Cooperativa. Incluso se han presentado cartas de intención de compra del exterior”.
El proceso que arrancó en el 2017 cuando el frigorífico cerró las puertas ha tenido idas y vueltas. “Ha habido maniobras de empresas que demoraron los trámites pero lo pudimos superar. La Cooperativa está reconocida y va a operar durante 7 meses con una prórroga de otro tanto si fuera necesaria –señaló-. Dentro de los 10 hábiles se firma el contrato por 7 meses renovable para otros tantos. Se evaluará si se necesitan 7 meses más o se está en condiciones de adquirir la planta. Queremos que pase a manos de los trabajadores lo antes posible. Cuanto menos tiempo pase mejor. Eso lo vamos a dilucidar en estos 7 meses que vienen”. Maritinolich dijo que cuentan con el apoyo municipal, provincial y municipal para la reactivación. “No puedo dar muchos detalles pero está el compromiso de proveedores que van a dar una mano con la puesta en marcha, con entrega a cuenta que deberán ser devueltas. ¿Cuánto tiempo? Lo que va a llevar tiempo es el tema sanitario por lo de la carne putrefacta porque hay cámaras afectadas. En eso se depende también de decisiones administrativas que den el visto bueno, pero lo que hay para reconstruir se hará rápido. En esto quiero agradecer grande a Bomberos Voluntarios, al municipio, al Concejo Deliberante y al escribano Perier que nos dio una gran mano”.
Finalmente, Martinolich informó que sólo el monto de la deuda con los empleados asciende a más 40 millones de pesos, sin intereses. El resto es con AFIP, Enersa y uno de los socios que también reclama. “Este pide unos 5 millones por una prefinanciaciones. Hay otras discusiones en el expediente como la venta de un campo que no se sabe a qué precio se vendió. Recuerdo que esta planta cerró por un conflicto familiar. Pero el laboral es el mayor pasivo que hay”.