La Comisión de Árbitros de la Conmebol que conduce el brasileño Wilson Seneme tenía decidido que el argentino condujera la definición si la Selección no llegaba al duelo que entrega la corona continental. Sin embargo, lo sucedido en el Mineirao cambió todo.
Néstor Pitana fue el mejor árbitro del Mundial de Rusia, el elegido para la final entre Francia y Croacia. Resultó seleccionado para conducir el duelo inaugural de la Copa América entre Brasil y Bolivia y era número puesto para la final, si es que Argentina no disputaba la definición. Sin embargo, a cargo del encuentro entre el dueño de casa y Perú, a jugarse el domingo desde las 17 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, estará el chileno Roberto Tobar. Y en el cotejo por el tercer puesto entre el combinado nacional y la «Roja» dirigirá el paraguayo Mario Díaz de Vivar.
El desplazamiento generó sospechas; la Comisión de Árbitros de la Conmebol que conduce el cuestionado Wilson Seneme ya había establecido que, tal como se dieron los resultados, el trinomio que integran el mencionado Pitana y los asistentes Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti cerraría el torneo. Pero las polémicas en la semifinal entre Argentina y Brasil en el estadio Mineirao provocaron el volantazo.
El pobre arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano, quien omitió dos penales en favor de Argentina, y la nula intervención del VAR, que estaba a cargo del uruguayo Leodán González, generaron la ira de la dirigencia argentina y las feroces críticas de Lionel Messi. «Se cansaron de cobrar boludeces durante toda la Copa América y no le cobraron un penal a Otamendi. Es para analizarlo. Ojalá que la Conmebol haga algo, porque nosotros hicimos un sacrificio enorme. Igualmente, no creo que haga nada porque maneja todo Brasil», firmó el capitán albiceleste, con la repercusión que tienen sus palabras por la estatura de su figura.
Las dos acciones de la polémica transcurrieron en el segundo tiempo. La primera jugada polémica fue a los 25 minutos, cuando Sergio Agüero pisó el área y Dani Alves lo cruzó con el muslo y lo derribó. Sin embargo, el árbitro dejó seguir, la pelota derivó en Gabriel Jesus, quien recorrió 50 metros y cedió para que Roberto Firmino anotara el 2-0. La segunda se dio a siete minutos del final: Arthur tomó la marca de Nicolás Otamendi en un córner y, cuando el defensor ingresaba al área para cabecear, lo frenó con el antebrazo.
La dura carta de la Asociación del Fútbol Argentino, rubricada por el presidente Claudio Tapia, apuntando contra Seneme y la Conmebol, y colocando un manto de suspicacias sobre la nominación de Zambrano y la intervención «arbitraria» de la Asistencia Arbitral por Video, terminaron por forzar el cambio.
«El hecho de que la designación de la terna arbitral para este trascendente partido fuera cuestionada por AFA, fundamentalmente por los antecedentes negativos de Zambrano, amplía el manto de duda que generó su actuación», dice uno de los párrafos del comunicado.
«No puede explicarse que, pese a la existencia del VAR, existan estas clases de polémicas y sospechas en los partidos organizados por CONMEBOL, y ello se debe a que existe una utilización arbitraria de ésta herramienta tecnológica que es impropia para el objetivo que tiene. En ese contexto, durante el desarrollo de la Copa América se ha visto árbitros excesivamente celosos con la utilización del VAR, lo que tuvo como consecuencias que algunos partidos se definan por su aplicación. De tal manera, se han anulados goles por off side casi imperceptibles, como en los partidos Uruguay vs. Peru (tres goles anulados a Uruguay, que a la postre quedó eliminada en los penales) y Brasil vs. Venezuela», objetó el escrito sobre lo ocurrido con la humano-tecnología.
