Deportado de Colombia, el líder de la 12 acusó a la ministra de Seguridad de «prejuzgarlo y perseguirlo». La funcionaria dijo que «el que las hace las paga».
«A mí no me importa que se llame Rafael Di Zeo o que se llame ‘Juan Pérez’, para mí es un barrabrava», respondió la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a las críticas del jefe de La 12, la barra brava de Boca, que volvió a la Argentina tras ser deportado de Colombia, donde había viajado para ver el partido del Xeneize ante Deportes Tolima, por la Copa Libertadores. «Perseguimos a quienes generaron violencia en el fútbol, a quienes participaron de acciones violentas», dijo la funcionaria.
Inicialmente en abril de 2017, el Ministerio de Seguridad le aplicó a Di Zeo el derecho de admisión por dos años por tener procesos en marcha por atentar contra la integridad pública. Mientras que este mes la Dirección Nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (DNSEF) le aumentó a cuatro años más la prohibición para entrar a los estadios de fútbol. «Me lo hacen a mí porque soy conocido, Bullrich me prejuzga y me persigue, solo está preocupada por mí», sostuvo Di Zeo en su llegada a Buenos Aires.
La ministra de Seguridad explicó que les avisaron a las autoridades colombianas que Di Zeo tenía derecho de admisión. El jefe de La 12 y otros cinco barras habían viajado a la capital colombiana con destino final Ibagué, donde Boca se enfrentará a Deportes Tolima por la Copa Libertadores. Se trasladaron en un vuelo que hizo escala en Lima pero ninguno de ellos logró pasar los controles de las autoridades migratorias de Bogotá, que los deportaron.
«A mí no me importa que se llame Di Zeo o Juan Pérez, para mí es un barrabrava. Esto no es un problema de nombres, nuestra filosofía es: ‘El que las hace, las paga’. El presidente Mauricio Macri me dijo que luche contra las mafias, los violentos y las barras. Cumplimos este compromiso y avanzamos como nunca antes», dijo Bullrich.
