Un proyecto de ley impulsa la prohibición de la suelta de globos con helio al aire libre. Si prospera, sólo quedaran exceptuados de la restricción quienes realicen la práctica con fines científicos o meteorológicos.
Un proyecto de ley impulsa la prohibición de la suelta de globos con helio al aire libre. El texto ingresará en la próxima sesión de la Cámara de Diputados de Entre Ríos. La iniciativa se funda en que la Constitución provincia y la Ley General del Ambiente (25.675) impone entre los objetivos que debe cumplir la política ambiental «asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento de la calidad de los recursos ambientales, mantener el equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos; asegurar la conservación de la diversidad biológica; y prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social del desarrollo. También debe promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo sustentable, a través de una educación ambiental, tanto en el sistema formal como en el no formal».
Distintas organizaciones comprometidas con el medioambiente -Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn), Aves Argentinas, Fundación de Historia Natural (FHN), Fundación Patagonia Natural, Fundación Caburé-i, Fundación Inalafquen, Fundación Vida Silvestre y Prictma- reclaman hace tiempo que el Estado atienda la problemática que genera el uso de globos con helio para el ambiente y en particular para la fauna. Los animales marinos, incluyendo peces, reptiles, aves y mamíferos, son especialmente sensibles a este problema.
En algunos casos se restringieron las cantidades de globos permitidos por evento, habilitando la práctica solo con globos biodegradables y en otros prohibieron su uso directamente, imponiendo altas multas al incumplimiento. Un globo con helio, en determinadas condiciones meteorológicas puede llegar a ascender hasta 10 km de altura, desplazarse durante 24 horas, y recorrer hasta 3000 kilómetros de distancia. Considerando que cerca del 70 por ciento de la superficie del planeta está cubierta por agua, la probabilidad de que los globos terminen en cuerpos de agua como lagunas, lagos, ríos o en el mar es muy alta, aunque se suelten en una ciudad. El proyecto fue presentado por la diputada Gabriela Lena. (AIM)