Brasil evacúa unas 24.000 personas por el riesgo de rotura de otra presa

En uno de los mayores desastres ambientales de su historia, Brasil evacuará 24.000 personas por riesgo de rotura de otra presa en Brumadinho. La operación para poner a salvo a los vecinos paraliza temporalmente la búsqueda de desaparecidos.o_1548670101
Van 58 muertos y 305 desaparecidos tras el colapso de una balsa de residuos el pasado viernes, sin embargo, este domingo las alarmas empezaron a sonar en Brumadinho, el pueblo de Brasil que sufre la tragedia ambiental más grande de los últimos años en ese país.

Bomberos y miembros de protección civil han ido avisando casa por casa porque el nivel de una segunda presa (que contiene agua) había subido y corría el riesgo de romperse. Unas 24.000 personas, más de la mitad de esta pequeña ciudad minera, han sido evacuadas en una operación que ha obligado a suspender temporalmente la búsqueda de las víctimas de la rotura de balsa de residuos que ha causado al menos 58 muertos.

Los desaparecidos suman aún 305 personas. En paralelo a las tareas de rescate, arrecia el debate, dentro y fuera de las instituciones, sobre los procesos para dar licencia a las operaciones mineras y fiscalizarlas.

Los bomberos han drenado la presa que ha hecho saltar las alertas (contiene en torno a un millón de metros cúbicos de agua) para aminorar el riesgo de que cause una segunda catástrofe en la mina de hierro Córrego de Feijão y han iniciado las evacuaciones como medida de prevención.

La población de Brumadinho, en el estado minero de Minas Gerais, fue avisada también por altavoces: «Atención, evacuación general del área. Busque el lugar más alto de la ciudad. Evacuación de emergencia. Busque el lugar más alto de la ciudad».

Igualmente, este domingo decenas de helicopteros peinaban la extensa zona cubierta por el lodo rojizo de residuos férricos que se convirtió en un letal torrente al romperse el viernes el dique de una represa. Buscan cualquier indicio de vida. O cadáveres. El mar de barro se tragó instalaciones de la mina y casas de los alrededores.

Al dispositivo de rastreo se unirán este lunes 36 militares israelíes, enviados por el primer ministro Benjamín Netanyahu, uno de los principales aliados del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

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