El modus operandi es el mismo que ha sido desentrañado en otras estafas de este tipo. El embaucador ofrece el premio a su víctima, a cambio de que se dirija al cajero y le brinde los datos de su cuenta para la transferencia del mismo.
Una vecina de Diamante, la que se identificó como «María», registró el intento de estafa telefónica del que fue víctima por parte de una supuesta empresa de telefonía que le regalaría 20.000 pesos en efectivo y un teléfono celular.
Según consta en la grabación, el llamado provino de un operador de la firma «Telefonías Móviles Argentina», el que dijo llamarse «Maximiliano López». Esta persona pidió comunicarse con el usuario de la línea y según le informó, debido que «la empresa cumplió su décimo aniversario en este 2018, deseaban festejarlo con los usuarios».
«Registramos un mínimo de activos al azar», asegura el embaucador, y entre un par de frases que no llegan a interpretarse, le comunica a su víctima que fue acreedora de «una orden de compra por 20.000 pesos en efectivo y un teléfono celular Samsung que le será entregado a través de Correo Argentino».
Y le indica además, que el premio le fue concedido por «el solo hecho de tener la línea activa y sin deuda».
El operador, sostiene que la firma «Telefonías Móviles Argentina es la encargada de brindar soporte técnico a Personal, Claro, Control, Movistar, Global y Tuenti». «Somos creadores y portadores de cargas prepagas a nivel nacional», insiste.
La mujer, desconfiada del llamado, interroga a su interlocutor sobre qué es lo que tiene que hacer para resultar acreedora del premio, a lo que éste le explica que, «a través de un convenio con el banco, se hace la acreditación, por medio de un cajero automático, a una de tarjeta de jubilación, de pensión o de sueldo».
El estafador asegura que, «como empresa no estamos autorizados a tomarle ningún dato personal» y al pretender convencer a su víctima, insiste con que, «no estamos para manipularlos ni convencerlos de algo que no quiera».
El modus operandi es el mismo que ha sido desentrañado en otras estafas de este tipo. El embaucador ofrece el premio a su víctima, a cambio de que se dirija al cajero automático y le brinde los datos de su cuenta para que le hagan la transferencia del premio.
«Podemos hacer la acreditación este mismo día», alienta el estafador, y le consulta a María a cuántas cuadras de distancia está del cajero más próximo a su domicilio. Le pregunta además, con qué banco trabaja y desde hace cuánto.
La diamantina responde a cada uno de los interrogantes, a lo que el sujeto le pedía concurrir a un cajero y que le enviaría «un número de 22 dígitos que confirmaban el valor de los 20.000 pesos en efectivo».
Para asegurar la transacción y evitar la desconfianza de la víctima, el falso operador insiste con que «no tiene que nombrar los dígitos de su cuenta, ni ningún dato personal, porque la comunicación se corta instantáneamente y la línea queda registrada».
María, que desde un principio había sospechado del intento de estafa y estaba registrando el llamado, le pide al supuesto operador el número de CUIT de la empresa y la dirección, a lo que este le informa que el «CUIT es 2518371315 y que la dirección es Avenida Ingeniero Huergo 723, Buenos Aires». Le ofrece además, los datos del «tribunal que fiscaliza los beneficios, ubicado sobre Avenida Comodoro Py al 2000».
Finalmente, el embaucador le consulta a cuántas cuadras está del cajero automático, y cómo concretarían la transacción. La mujer le pide que la llame en cinco minutos. Cosa que nunca ocurrió y la estafa no se concretó.
