Dos uniformados percibieron gritos de desesperación al desatarse un incendio en un complejo habitacional de Rosario. Un policía se colgó de un quinto piso y logró salvar a los niños. La abuela murió, al igual que otra anciana.
Dos ancianas murieron al tiempo que dos hermanitos de cinco y cuatro años lograron ser rescatados heroicamente por policías al desatarse un incendio ayer en un complejo Fonavi de la zona sur de la ciudad de Rosario. Por la magnitud del siniestro, cerca de una decena de vecinos, entre ellos varios niños y cinco uniformados, debieron ser asistidos en el lugar por paramédicos a raíz de inhalación de monóxido de carbono.
Todo se desencadenó cerca de las 15.30 en la Torre B del Fonavi de Sánchez de Thompson y Grandoli.
Dos efectivos de la Policía de Acción Táctica (PAT) que caminaban las cuadras del barrio Municipal, también conocido como Pimpilandia, ya que allí vivió el asesinado líder de la barra brava de Newell»s Roberto «Pimpi» Camino, percibieron gritos de desesperación que provenían del complejo habitacional.
Los vecinos habían empezado a salir desesperados mientras observaban cómo las llamas comenzaban a ganar rápidamente un departamento del quinto piso.
En el interior estaban Camila y Laureano, dos hermanitos de cinco y cuatro años, junto a su abuela, de unos 80 años. Los policías subieron por las escaleras exteriores y uno de ellos tuvo que colgarse desde un balcón vecino para poder acceder al lugar.
Con el cuerpo balanceándose en el vacío logró llegar desde el cuarto piso hasta el quinto, donde los chicos se habían refugiado en uno de los laterales del balcón. Tomó a ambos y logró rescatarlos. Nada se pudo hacer con la abuela, cuyo cuerpo fue encontrado por los bomberos completamente calcinado. Estaba sin vida en el baño del departamento, donde se presume que se inició el fuego.
Mientras los policías rescataban a los chiquitos, el humo ganó con velocidad los pasillos del Fonavi. En el séptimo piso, en tanto, Norma Cusotti, de 86 años, no pudo evacuarse y el humo la descompensó.
Cuando los paramédicos del Sistema Integrado de Emergencia sanitarias (Sies) lograron acceder a su departamento, la encontraron tendida en el living y con un paro cardiorrespiratorio. Según destacó el subdirector del Sies, Cristian Bottari, nada se pudo hacer para salvarle la vida, a pesar de que se le practicaron técnicas de reanimación cardiopulmonar durante unos 40 minutos.
Consternados
Abajo, en tanto, todo era consternación. Mientras Laureano y Camila eran asistidos en una ambulancia, los policías que los habían rescatado no podían pronunciar palabra. Estaban en estado de shock y recibiendo atención médica.
En total, en el lugar había tres ambulancias cuyos médicos se repartían para atender a los vecinos que fueron afectados por el humo.
Así, los paramédicos debieron atender a dos chicos de 7 y 2 años y a una joven de 26 en el 7º B. En el 4º piso, un hombre de 74 y una mujer de 52 años también debieron ser auxiliados ya que presentaban síntomas de intoxicación por el humo que ganó gran parte del complejo habitacional.
Una mujer de 86 años también debió ser asistida en el 8º piso tras sufrir una crisis asmática a raíz de la inhalación de humo.
Según destacó Bottari, en el lugar también fue clave el trabajo de los profesionales del Centro de Salud Rubén Naranjo, ubicado a no más de 50 metros de la torre siniestrada. «Muchos de los pacientes fueron asistidos en el centro de salud y se pudo de ese modo trabajar con velocidad», indicó el profesional, publica el diario La Capital.