El ministro de Cultura, Pedro Báez, suscribió ayer un contrato de comodato con el titular del Centro de Artesanos de Paraná, por el cual esta institución logra la seguridad de contar con un espacio físico en la Casa de la Cultura hasta diciembre del año 2020.
Báez remarcó que “estamos formalizando una situación que se corresponde con la valoración y la referencia que el Centro de Artesanos ha construido en Paraná. Estamos muy contentos de poder ofrecerles la seguridad de contar con un espacio en esta Casa para exhibición y venta al público de sus productos. Es muy merecido porque durante muchos años fueron los artesanos quienes le dieron vida a esta lugar”.
“Para nosotros es una gran alegría, más allá de que tenemos una historia vinculada a la casa”, valoraron los trabajadores del centro, quienes aseguran sentirse “parte de la casa”, una identidad que se va trasmitiendo de generación en generación.
Mediante la rúbrica de este contrato el gobierno de la provincia entrega en comodato la habitación ubicada en el ala norte de la Casa de la Cultura de Entre Ríos, a la derecha del ingreso. El espacio, recientemente remodelado es de 5,17 por 6,75 metros y linda con la escalera antigua principal y la sala ubicada en la ochava del inmueble, con acceso al patio y los baños.
El Centro de Artesanos del departamento Paraná, fue representado por su presidente, Lucilo Marcial Dimier, y su secretaria, Otilia Tonina, en la firma del documento. De esta forma, podrán hace uso del lugar –según lo convenido expresamente en el contrato- hasta el 11 de diciembre de 2020, corriendo por su cuenta las refacciones, adaptaciones, ampliaciones y mantenimiento del lugar mientras dure el contrato.
“Nosotros con esta gestión estuvimos muy bien, nunca tuvimos un no, pero necesitábamos esta seguridad para seguir estando acá. Nosotros en esta casa tenemos un lugar ganado, porque primero tuvimos un comodato por 20 años que, cuando las refacciones, se había vencido y por eso teníamos que renovarlo”, comentó Dimier.
Agrego que concretar este acuerdo “es una gran alegría, más allá de que tenemos una historia vinculada a la casa. Este lugar se iba a demoler y el arquitecto Enría nos descubrió a un grupo de artesanos que exponíamos en la plaza y nos convocó para que nos hiciéramos cargo de este espacio”, afirmó el presidente del centro. En ese sentido, remarcó que siempre insistieron en estar en ese lugar “porque nos sentimos parte de la casa”, una identidad que se va trasmitiendo de generación en generación.
