En julio se viene una nueva suba de las naftas

Si no se produce otro cambio en la política de combustibles, se aplicará el reajuste establecido en el acuerdo firmado el 1º de junio. Será del 3%0023813835

Cerca del 17% en lo que va del año, y por encima del 30% desde octubre de 2017, cuando se aplicó la desregulación total de los precios de los combustibles, las naftas se han incrementado muy por encima de la inflación. Y su impacto genera un círculo vicioso, que golpea cada vez más el alicaído poder adquisitivo de los sectores con ingresos fijos.

Sin freno, a la espera de que solo un nuevo cambio en la política de combustibles modifique lo ya establecido, en pocos días más las petroleras aplicarán otro ajuste en todos los combustibles, del orden del 3%, a partir del 1º de julio.

La medida quedó establecida a principios de este mes, cuando luego de idas y vueltas, se había dispuesto otro incremento –entre el 4,5% y el 5%– en el esquema de tarifas en los surtidores.

En realidad, en el marco de una política desregulada desde octubre, el incremento de las naftas debió haber sido mayor, acompañando los saltos sucesivos del mercado cambiario.

Pero para morigerar el impacto en los precios, el 1º de junio el Ministerio de Energía y Minería de la Nación acordó con los productores y refinadores de petróleo crudo y comercializadores de naftas y gasoil en el país, limitar los incrementos. Así fue que tras la variación de este mes, los surtidores mostrarán un nuevo salto del 3%.

Lo que se denominó como el Acuerdo de Estabilidad de Precios con Cuenta Compensatoria firmado el 8 de mayo con las empresas petroleras.

En las estaciones de servicios consultadas ayer por UNO se indicó que aguardan que en los próximos días se concrete ese nuevo aumento. Uno de los consultados aclaró, de todos modos, que ello solo podría cambiar a partir de la asunción, hoy, del nuevo ministro de Energía: Juan José Aranguren dejará la cartera en manos de Javier Iguacel.

Evolución

Desde octubre, con la convergencia de distintos factores como el aumento del barril de petróleo, la devaluación del peso frente al dólar, y la suba de un impuesto a los combustibles líquidos –dispuesto en la reforma tributaria aprobada este año– llevaron a subas sucesivas en los precios de los combustibles.

Desde octubre se produjeron ya seis variaciones: en ese mes y en diciembre de 2017, y este año, en enero, febrero, abril y junio.

A modo de ejemplo, el litro de nafta súper en Paraná, en poco menos de ocho meses, pasó de ubicarse por encima de los 22 pesos, a tocar y superar los 30 pesos en la actualidad, de acuerdo con un promedio entre las distintas firmas.

La política marcada por Aranguren preveía un plan de incrementos mensuales hasta 2019. Era para cubrir el 12% que no se aplicó en este primer semestre del año, a partir del acuerdo firmado el 8 de mayo con las petroleras.

Sin política definida, en ese ir y venir del gobierno nacional, que se sale de la política de aplicación de precios y desregula el mercado desde octubre, y posteriormente en mayo vuelve al anterior sistema con un congelamiento –para evitar una mayor escalada–, cualquier cosa puede suceder.

Por lo pronto, al menos un 3% volverán a modificarse los precios de los combustibles, cuando finalice este mes.

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