El gobernador Gustavo Bordet cuestionó duramente a quienes desde el propio peronismo entrerriano lo vienen acusando de macrista y marcó distancia de su antecesor, Sergio Urribarri, aunque sin nombrarlo.
Todo ello ocurrió en la reunión de gabinete ampliado de la semana pasada, de la que participaron unos 40 colaboradores, entre ministros, funcionarios y legisladores. Bordet trazó una cruda realidad del Estado provincial.
«Encontré una provincia fundida y no me quejé ni lloré; me puse a trabajar», dijo, a la vez que confesó su «bronca por aquellos que nos llevaron a esta situación y hoy la juegan de héroes, tratándome como representante de (Mauricio) Macri en la provincia», en clara alusión al sector urribarrista.
Más de media hora duró el crudo discurso del gobernador Gustavo Bordet, la semana pasada, en la reunión de gabinete ampliada y de la que también participaron legisladores como Sigrid Kunath, Juan Carlos Navarro (Fpv-Tala) y Alejandro Giano (FpV-Concordia), entre otros. Nunca se había escuchado a este gobernador tan molesto por las críticas y operaciones políticas en su contra, generadas en el propio peronismo, que él tiene la responsabilidad de conducir. En las últimas semanas, esa situación, de forma anónima, recrudeció en redes sociales y se viene haciendo a través de mensajes privados por WhatsApp, enviados a miles de ciudadanos, lo que se entendió como una artera operación de sectores urribarristas, molestos con el actual mandatario y por algunas definiciones judiciales que se registraron, donde se lograron avances importantes en diversas causas que afectan, en especial a Sergio Urribarri, Pedro Báez y el cuñado del ex gobernador, Juan Pablo Aguilera, entre otros.
Bordet arrancó recordando que «siempre» fue peronista y que nunca «he claudicado» en sus ideales. Dijo que desde el primer día en que asumió se hizo siempre cargo de todo lo que recibió como herencia en la provincia, con un alto nivel de deuda. «De todo», enfatizó. «Encontré una provincia fundida y no me quejé ni lloré; me puse a trabajar y comenzamos a recomponer las finanzas públicas, porque no tenía como pagar los sueldos de diciembre ni el medio aguinaldo», indicó, sin nombrar a nadie de la gestión anterior, aunque a todos los presentes les quedó claro a quién o quiénes se refería. «Por eso –acotó- me da bronca que aquellos que nos llevaron a esa situación hoy la jueguen de héroes y me traten de representante de (Mauricio) Macri en la Provincia».
Sin que hubiera comentario alguno, en el amplio Salón de Acuerdos de Casa de Gobierno, Bordet remarcó que se hizo «cargo de todo lo que encontré incluso de funcionarios que no puse pero los respeté igual». Dijo por primera vez que se hizo cargo «de una provincia fundida» y que ya «lo estamos revirtiendo a pesar de aquellos que la fundieron no se hacen cargo siquiera del horror político de cómo nos llevaron a la derrota nacional y a la derrota en las mayorías de las intendencias provinciales».
En clara referencia a Sergio Urribarri –que ese día se encontraba en su despacho de la Cámara de Diputados, pero envió al encuentro a su lugarteniente Navarro, presidente del bloque oficialista- dijo que «se impidió la participación, se puso candidatos a dedo por puro antojo, se impidió hasta el pegado de boletas que la ley autorizaba y se neutralizó todo el esfuerzo militante».
Reiteró varias veces que se hizo «cargo de todo» y consideró que «es hora entonces que los responsables de la derrota nacional y las provinciales también den la cara. No queremos la unidad con ellos y no la haremos. Renovaremos el peronismo con gente nueva, honesta, trabajadora y qué tenga el valor de presentarse en boletas únicas y separadas y que no vayan escondidos detrás de figuras que tengan el prestigio que ellos no poseen».
Fue en ese marco que ratificó plenamente que se apostará a concretar «la reforma política y nos expondremos a nuestros ciudadanos, para que sean ellos los que juzguen». Y reiteró: «Yo me hice cargo de todo sin echar la culpa a nadie. Que ellos se hagan cargo de lo que hicieron y se presenten a elecciones si así lo desean. Pero no irán con nosotros».
También se mostró molesto con el permanente ataque y el desgaste que ha venido sufriendo un sector del gobierno provincial por los aprietes de la barra brava de Patronato y la vinculación existente con algunos funcionarios. Días antes, había sido tiroteada la casa del vicepresidente primero del club, Nelson Rolandelli. «No hay margen para ninguna negociación con quienes cometen delitos como esta gente y hay que aplicarles todo el rigor de la ley», enfatizó.