El nuevo dispositivo está en manos del Servicio Penitenciario de la Provincia de Entre Ríos (SPER) y se suma a la tobillera electrónica, método presentado a fines del año pasado.
La novedad está en el GPS (Sistema de Posicionamiento Global) que se suma a la estructura ya implementada, a los fines de poder controlar a las personas privadas de su libertad que gozan del beneficio de la prisión domiciliara.
Por eso, en el Sistema de Monitoreo del SPER trabajan para «pulir» todos los detalles que le permita conectar los instrumentos al sistema ya instalado por la Pulsera Electrónica.
Lo que permitirá el GPS es el seguimiento y ubicación de una persona, bajo la figura de la prisión domiciliaria, cuando se le conceda por ejemplo una salida sociolaboral. Cabe aclarar que la pulsera electrónica solamente funciona dentro del domicilio particular del condenado.
Claro que aún resta que la Justicia de Entre Ríos apruebe su implementación. Pero lo cierto es que el personal del Servicio Penitenciario ya está capacitándose para poder implementarlo a la brevedad. A fin de mes, personal de la fuerza viajará a Salta para reunir mayores conocimientos.
«Estamos haciendo los últimos ajustes. Desde el Servicio Penitenciario queremos estar a la vanguardia en materia de tecnología para acompañar los diferentes procesos, y este es uno muy importante. Esto va acompañado de un control en monitores y sistemas de alertas que nuestro personal detectará eventualmente», explicó Carlos Salomón, Jefe Departamento Seguridad Informática y Monitoreo Electrónico.