Los dos precandidatos kirchneristas a la Gobernación de Buenos Aires intercambiaron acusaciones luego de que vincularan al jefe de Gabinete con una banda de narcotraficantes en un programa de televisión
La denuncia de dos personas vinculadas con el triple crimen de General Rodríguez desató una fuerte interna entre Julián Domínguez y Aníbal Fernández, los dos candidatos del kirchnerismo que se disputarán en las primarias la representación del espacio en las elecciones generales de octubre por la Gobernación bonaerense.
El primero que abrió fuego fue el jefe de Gabinete. A primera hora del lunes acusó a sus contrincantes de la interna por una «burda operación de prensa» y los salpicó con acusaciones vinculadas a la pauta que habían destinado durante la campaña en distintos medios de difusión.
Domínguez recogió el guante y respondió a través de un comunicado de prensa: «El hecho de que Aníbal sea víctima de una operación de prensa no lo habilita a acusarme a mí». El tono del presidente de la Cámara de Diputados fue mutando durante el día. En una primera instancia había salido a respaldar al jefe de ministros con un despacho en la agencia de noticias Télam. Un par de horas más tarde se vio obligado a responder las críticas.
«Lamento y me duele esta situación. Quienes me conocen saben que siempre he hecho las cosas por las positivas. Yo lo llamé dos veces en el día de hoy al jefe de Gabinete y no pude comunicarme. Pertenezco a un proyecto del que me siento orgulloso y seguiremos hablando de nuestras propuestas, de nuestra visión de futuro y de cómo la Argentina encara esta etapa de desarrollo», declaró Domínguez en un audio que difundió su equipo de prensa.
El escándalo se desató luego de que Martín Lanatta, condenado por el triple asesinato de Rodríguez, señalara a Fernández como autor ideológico del crimen. Otra de las personas cuyo nombre estuvo vinculado a la causa, José Salerno, también mencionó al jefe de ministros como integrante de una banda dedicada al tráfico ilegal de efedrina.
Fuente: Infobae
