A una semana del acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad iniciar el proceso para levantar las sanciones impuestas contra Irán, una decisión condenada por Israel
Impulsadas por los países occidentales y con fuerte apoyo israelí, las sanciones pretendieron (en algunos casos desde hace ya nueve años) asegurar que el programa nuclear que Teherán presentaba como pacífico, careciera de toda intención de fabricar bombas atómicas.
El paso del organismo internacional es el primero derivado del histórico acuerdo al que se llegó en Viena la semana pasada tras dos años de negociaciones entre Irán y las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) más Alemania.
El objetivo del pacto es que Teherán pueda hacer uso pacífico de la energía nuclear, pero impedir que fabrique una bomba.
Las sanciones de la ONU incluyen el congelamiento de cuentas y activos, prohibición de viajes y sanciones económicas, mientras que el embargo de armas continuará vigente.
La decisión del Consejo de Seguridad de hoy no levanta de forma automática las medidas, sino que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) deberá certificar antes que Teherán haya cumplido con los compromisos contraídos.
Además, el Consejo estableció un mecanismo para reinstalar las sanciones en caso de que Irán incumpla el pacto en un plazo de 30 días. Ese sistema impide, a priori, que ningún país use su capacidad de veto para impedir la reintroducción de los castigos
La resolución 2231 se refiere a las sanciones de la ONU y no a las medidas punitivas aplicadas de forma independiente por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
La primera reacción a esta medida fue del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien condenó con dureza la aprobación del Consejo de Seguridad.
«La hipocresía no conoce límites», afirmó Netanyahu ante el Parlamento de Israel, al tiempo que acusó al gobierno iraní de seguir llamando a la destrucción de Israel y de violar una y otra vez las resoluciones del Consejo de Seguridad.
El acuerdo nuclear entre Irán y la comunidad internacional hace que aumente el riesgo de una nueva guerra, advirtió Netanyahu, ya que «Irán recibirá cientos de miles de millones de dólares (y) habrá una carrera armamentística nuclear en Medio Oriente», sostuvo, en declaraciones citadas por la agencia de noticias DPA.
Por su parte, Estados Unidos buscó calmar a Israel asegurando que sigue siendo el socio clave en Medio Oriente.
«Mantendremos nuestra promesa de defender a Israel y continuaremos siendo inquebrantablemente leales» aseguró hoy el secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, a su par israelí Moshe Yaalon en Jerusalem.
Paralelamente, el presidente estadounidense, Barack Obama, dio la bienvenida a la aprobación en el Consejo de Seguridad.
La medida ilustra el apoyo internacional para el acuerdo, subrayó Obama ante la prensa en la Casa Blanca.
«Este es, lejos, nuestro mejor acuerdo para asegurar que Irán no consiga un arma nuclear. Existe un amplio consenso internacional en torno a este tema», dijo el mandatario.
En tanto que los cancilleres de los países de la Unión Europea (UE) también celebraron la votación de la ONU.
Esperamos que la jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, pueda seguir desempeñando un papel clave en la implementación del acuerdo, señaló una declaración conjunta de los ministros.
La resolución de la ONU prevé un embargo de armas durante cinco años y también una prohibición de que Irán pueda desarrollar tecnología balística capaz de transportar ojivas nucleares durante los próximos ocho años.
Tras de la votación, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, elogió el acuerdo nuclear como un éxito de la diplomacia y la cooperación internacional.
No obstante, sostuvo que el trabajo estaba lejos de terminar.
«La implementación es todo. Si no se respetan los términos del acuerdo todas las sanciones suspendidas volverán a ponerse en marcha», advirtió Power.
A su vez, Gholamali Khoshroo, embajador de Irán ante la ONU, espera que la resolución lleve a «un nuevo capítulo» en las relaciones entre Irán y las potencias mundiales.
Sin embargo, sostuvo que su país nunca trató de desarrollar armas nucleares y consideró que las sanciones fueron «basadas nada más que en puras especulaciones y rumores sin fundamento».
«Nadie presentó ninguna prueba que indique que el programa de Irán fue cualquier cosa menos pacífico», agregó.
Mientras que la Cancillería iraní dijo que la resolución del lunes, celebrada con algarabía en las calles por los iraníes, «puso fin a una crisis innecesaria».
De su lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dio la bienvenida a la resolución y señaló que Naciones Unidas estaba lista para proporcionar la asistencia necesaria para que se aplique el acuerdo.
En tanto, el vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, expresó su satisfacción en Teherán tras reunirse con el presidente de Irán, Hassan Ruhani.
El encuentro marcó, del cual participaron 60 empresarios alemanes apenas una semana después del acuerdo, marcó las primeras conversaciones comerciales entre un político occidental y la República Islámica.
La visita alemana constituye la vanguardia de una auténtica invasión de ministros y representantes económicos europeos, quienes tienen previsto viajar al país asiático en los próximos meses para tratar de seducir a las autoridades iraníes de las bondades de sus propuestas para invertir en Irán y aprovechar las prometedoras perspectivas económicas de un país que cuenta con una de las mayores reservas de hidrocarburos del mundo.
Fuente: Télam