El conductor comenzó a trabajar en «Cuestión de peso» en febrero y la condición era que debía hacer el tratamiento, con el que pasó de pesar 144 a 89,6 kilos
«Fue algo que se dio de causalidad. Yo estaba en la costa haciendo un programa de verano y me llamaron de proponerme ser parte del panel de Cuestión de peso con la condición de que, al igual que todos mis compañeros, tenía que realizar el tratamiento. Así que me lo tomé como un trabajo. Me llamó la atención, me fui a pesar -estaba 144 kilos- y si bien sabía que estaba con sobrepeso, no me había dado cuenta de cuánto. Me dio un poco de vergüenza así que cuando volví, me puse las pilas con la bicicleta fija para no estar tan excedido cuando arrancara el programa», cuenta PatoGalván (47) a Teleshow sobre la convocatoria al ciclo que conducía Fabián Doman que lo hizo adelgazar 55 kilos en siete meses.
Una vez que comenzó Cuestión de peso, el conductor siguió con su rutina de ejercicios y lo que fundamentalmente cambió fue el hábito a la hora de comer, además de alimentarse con las viandas que le daba la nutricionista del programa.
Voy a mantener al deportista, no al flaco
Antes del almuerzo y la cena, Galván ingiere un caramelo ácido «que hace que no te quedes con hambre después». Después, toma un caldo como primer plato. «El orden es fundamental. Nunca estoy más de tres horas sin comer», explica.
Desayuno: galletitas o tostadas con queso y mermelada acompañadas por un té verde o café.
Media mañana: una fruta o un yogurt.
Almuerzo: carne, pollo, pescado o tarta de vegetales o atún, acompañado por ensalada o puré mixto. «Si le agrego arroz, por ejemplo, lo hago cuando sé que después voy a quemar esas calorías entrenando», aclara.
Colaciones: sandwich de miga, un pedazo de queso, un grisín o una porción chica de bizcochuelo.
Cena: carne, pollo, pescado o tarta de vegetales o atún, acompañado por ensalada o puré mixto.
Postre: gelatina, flan, frutas o mousse de dulce de leche. «La clave es entender que con el postre indica que terminaste de comer», detalla.
Con respecto a los «permitidos«, el conductor asegura que nunca incorporó dicho concepto porque sino se «descontrola». «Si voy a un asado, por ejemplo, veo lo que hay y selecciono lo que voy a comer. Trato de esquivar la picada, me armo una buena ensalada y elijo las carnes magras, o vacío para comer. También dejé la gaseosa y tengo un vaso de agua al lado del plato«, explica.
«Siempre me mantuve con las viandas pero también aprendí a comer y a cocinar mejor. Primero entendí el cuándo, después el cómo, cuánto y el qué. Porque lo que importa es el orden. No me prohíbo nada. Si quiero comer pizza, como pero menos. Si quiero tomar cerveza, también», agrega sobre el cambio que hizo en su rutina alimenticia.
«Todo esto lo baso mucho en la cuestión de autosuperación. De poder hacerla fácil para no abandonarla. Siento que me costó pero que fui inteligente en la manera de hacerlo con esfuerzo pero sin sufrimiento. Porque si lo sufrís, no lo mantenés«, agregó quien también contó que la clave es dormir: «Me puse re metódico en dormir y lo comprobé con balanza porque un día dormía menos y bajaba menos».
Pato Galván adelgazó 55 kilos en siete meses y se está preparando para correr una maratón de 10 kilómetros en noviembre. «Voy a mantener al deportista, no al flaco», aclara el conductor que, desde que comenzó a cuidarse, acompañó la dieta con ejercicio físico jugando al fútbol, al tenis, practicando boxeo y hasta remando. Fuente Teleshow