Se calcula que es 7 veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima en 1945. El régimen de Kim Jong-un sostiene que puede montarla en un misil intercontinental.
Antes de que se enteraran por los medios, en China y Corea del Sur lo sintieron en la tierra. Según el Servicio Geológico de EE.UU., el terremoto provocado por la bomba nuclear que Corea del Norte hizo estallar ayer bajo tierra alcanzó la magnitud 6,3 en su epicentro y llegó a mover la tierra en los dos países vecinos. Con una potencia estimada de 100 kilotones, 7 veces superior a la de la bomba arrojada por los estadounidenses sobre Hiroshima en 1945, su efecto al aire libre habría sido devastador.
Diez minutos después del primer sismo de 6,3, un segundo movimiento de magnitud 4,6 sacudió Corea del Norte. Según el Centro Chino de Vigilancia Sismológica, pudo deberse a un “hundimiento” generado con la explosión. China activó ayer un plan de emergencia para controlar el nivel de radiación a lo largo de su frontera con Corea del Norte.
“El ensayo de la bomba de hidrógeno fue un éxito perfecto”, dijo una presentadora de la televisión pública norcoreana. Cuando el 28 de julio hizo estallar cerca de Japón un misil intercontinental demostró que es capaz de llegar a California, y con la explosión de ayer puso sobre la mesa que ese tipo de misil podría transportar hasta las costas oeste de Estados Unidos una bomba de hidrógeno 7 veces más potente que la de Hiroshima.
En un tono mucho más medido que cuando amenazó con “fuego y furia” a Corea del Norte por los lanzamientos de misiles de julio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump dirigió sus palabreas a los posibles aliados de Washington en la pelea contra Kim Jong-un, el líder norcoreano. “Norcorea es una nación al margen de la ley que se ha convertido en una gran amenaza y en una vergüenza para China, que trata de ayudar pero no lo consigue”. Para Seúl, también reservó palabras de descrédito: “En Corea del Sur se están dando cuenta, como yo les dije, de que su política de apaciguamiento con Norcorea no funciona, ¡sólo hay una cosa que entienden!”.
Trump también amenazó con sanciones a los socios comerciales de Kim. “Estados Unidos está considerando, además de otras opciones, detener todo el comercio con cualquier país que haga negocios con Corea del Norte”, tuiteó, consciente de que China es el principal destino de las exportaciones norcoreanas.
Y por supuesto, entre las posibles reacciones al ensayo norcoreano, Tump nunca descarta el ataque militar. Al salir de una iglesia cercana a la Casa Blanca donde asistió a un servicio por las víctimas del huracán Harvey, un periodista le preguntó si planeaba atacar Corea del Norte. “Ya veremos”, contestó. El jefe del Pentágono, James Mattis, fue un poco más específico. Tras reunirse con Trump prometió una “gran respuesta militar” ante “cualquier amenaza” a los territorios del país, incluido Guam, o a sus aliados.