La mamá de una presunta víctima asegura que muchas personas se le acercaron en los últimos días para contar su verdad. Los casos se remontarían a 2005. Pidió a la comunidad que no se quede callada y que condene al sacerdote.
Silvia Muñoz, la madre del primer niño que se animó a contar lo que le había hecho el expárroco de Lucas González y que hoy tiene 12 años, envió un mensaje a su comunidad.
La pequeña localidad del departamento Nogoyá se encuentra dividida entre quienes condenan y quienes defienden al carismático cura sanador de la Cruzada del Espíritu Santo, dirigida por el famoso padre Ignacio Peries.
El sacerdote oriundo de Medellín, Colombia, está siendo juzgado por la Justicia entrerriana por abuso sexual y corrupción de menores agravada a raíz de cuatro denuncias. Sin embargo, las víctimas y sus familias, que llevan un doloroso registro informal de los casos, aseguran que Juan Diego Escobar Gaviria “abusó de más de 30 monaguillos” desde 2005.
Tras el fuerte apoyo inicial de los habitantes de Lucas González al líder espiritual, ahora perece que las cosas comienzan a cambiar lentamente, mientras una comunidad pugna por sanar. “Muchas personas me mandan solicitud de amistad y me piden perdón”, contó Silvia.
Y continuó: “Yo les digo que pidan perdón a nuestros hijos, que son a los que se les rieron o no les creyeron”. “Pero también los entiendo a los que todavía están defendiendo al cura, y les digo que también me pongo en su lugar, porque no les pasó, y siguen confiando en que el cura es inocente”, expresó.
En esa línea, la mamá de una de las presuntas víctimas sostuvo: “Los entiendo, pero nunca les acepté ni les voy a aceptar de la forma en que avasallaron y atacaron a nuestros chicos, ya sea en el medio radial, o el mismo defensor del cura que hablaba de ‘loquitos’”. “No se los perdono a eso, no puedo, porque una cosa es defender a tu ídolo, pero sin atacar a los demás”, dijo.
“Este fin de semana han aparecido otros casos”, afirmó Silvia, que con su lucha se ha vuelto, sin quererlo, una referente contra el abuso eclesiástico. Y les habló a los habitantes de Lucas González: “Yo quiero decirles a esos chicos y a esas mamás, que piensan que todavía no hay una sentencia, que no está nada decidido, que este cura debería ir preso por lo que ha hecho”, aseguró, convencida.
Y añadió: “Les digo a esos chicos que si temen, busquen a alguien conocido. Es un largo proceso, no les va a salir así nomás, porque muchas mentes han bloqueado eso. Que despacito se animen y busquen a alguien, a algún vecino de confianza, algún familiar, algún amigo y le cuenten, porque más allá de que digan ‘A mí sólo me tocó’, es abuso”.
Luego, la mujer habló del duro momento que debieron afrontar junto a su hijo e hizo hincapié en lo necesario que fue no quedarse paralizada y actuar en defensa del menor. “Si yo no hubiese accionado, esto hubiese seguido, y hubiese seguido peor”, dijo. Hay muchos chicos que están pasando por esto y yo les quiero pedir que por favor se acerquen a alguien conocido, a alguien que tengan confianza y le cuenten.
En ese sentido, apostó a que más víctimas se animen a comenzar el proceso de sanación interior que sólo otorga la verdad. “Yo sé de casos de 2005 de chicos que padecieron tocamientos y se retiraron; entonces yo le digo a esos chicos, no me interesa si denuncian o no, pero a eso se lo tienen que sacar de encima para poder liberarse y continuar su vida normal”.
“La psiquiatra decía que es un daño irreversible en la psiquis de los chicos, es un tiro en la cabeza. Una persona que recibe un tiro en la cabeza recibe un daño cerebral muy grande, nuestros hijos también lo recibieron”, subrayó.
“A esos chicos, más allá del tocamiento, más allá de que sientan vergüenza por esta exposición mediática a la que nos han expuesto y con la que nos han ninguneado, yo les digo que tomen la posición de mi hijo, porque si mi hijo no hubiese hablado y yo no hubiese actuado, habría más monaguillos, y ya sabemos que hay más de 30 desde 2005″, remarcó Silvia. Yo sé de casos de 2005 de chicos que padecieron tocamientos. No me interesa si denuncian o no, pero a eso se lo tienen que sacar de encima para poder liberarse y continuar con su vida normal.
Finalmente, la mujer deseó “que se concienticen de que esto es grave, de que estamos hablando de un cura”. “Y así pasa en el ámbito familiar, con un vecino, como a nosotros nos tocó hoy con el cura”, añadió.
“Hay muchos chicos que están pasando por esto y yo les quiero pedir que por favor se acerquen a alguien conocido, a alguien en quien tengan confianza y le cuenten, me encantaría que hagan eso”, concluyó.
Fuente: Ahora.com.ar