La tasa nominal anual, que hoy es de aproximadamente el 38%, bajará a alrededor del 25%, porque los comercios podrán autofinanciarse o vender los cupones de los clientes que les pagan en cuotas a bancos o compañías financieras.
Para fomentar la competencia, el Gobierno impulsó un cambio en los medios de pago que provocará una baja de 13 puntos en el costo de financiar las compras en cuotas con tarjeta de crédito.
La tasa nominal anual, que hoy es de aproximadamente el 38%, bajará a alrededor del 25%, porque los comercios podrán autofinanciarse o vender los cupones de los clientes que les pagan en cuotas a bancos o compañías financieras.
Hasta ahora había tasa única del 38% más IVA que cobraban las emisoras. Por lo tanto, cuando un cliente hacía una compra en 12 cuotas, el comercio recibía el dinero con el pago acelerado a las 48 horas, pero con un descuento del 38% más IVA. Ahora, al poder vender ese cupón al mejor postor, la tasa bajará a aproximadamente 25% más IVA, ya que es un costo que se trasladará en forma directa al cliente: bajarán el costo de financiamiento en pos de fomentar el consumo.
O sea, los precios no bajarán, sino que lo que bajará será el costo de las cuotas. Tanto Prisma (Visa) como First Data (Mastercard) anunciaron que desde esta semana el servicio plan de pago cuota a cuota brinda la posibilidad de vender hasta en 12 cuotas y cobrar en el mismo plazo de pagos mensuales que el plan que el comercio ofreció a sus clientes. El primer pago será a los 18 días hábiles desde la presentación de la venta, y los próximos pagos se efectuarán con el devengamiento de la cuota cada 30 días.
Por lo tanto, se vuelve al sistema que rigió hasta 1998, cuando el comercio podía decidir si autofinanciar ese flujo, vender el cupón a un banco o a un tercero.
Piña va, piña viene
Hay quejas de los comercios porque las tarjetas aplicarán una tasa de riesgo del 1% mensual. Desde el otro sector toman el guante y se defienden: «Al comercio le llegaba el monto real menos el arancel, el costo financiero recargado a la compra iba para el emisor, y este costo financiero lo pagaba el tarjetahabiente a su banco emisor, porque el banco ya hizo una evaluación crediticia y entregó una tarjeta. Esa evaluación es costosa, y el comercio la usa gratis, por eso los bancos quieren cobrar esa mal llamada tasa de riesgo», detallan.
Y viene el contragolpe del knock out: «El cupón puede ser el de un cliente que va con una tarjeta Black de un banco premium, con lo cual la persona ya está precalificada. O sea, nosotros hacemos todo el trabajo y viene otro y le presta a expensas nuestra».
Lo cierto es que los bancos que lo deseen podrán financiar el descuento de esos cupones, pero el Gobierno no quiere que tengan más el monopolio, ya que hasta ahora daban la financiación y regulaban la tasa, que era la misma para todos.
En Colombia o Perú cuando alguien compra un televisor en una casa de electrodomésticos, al momento de ir al posnet le preguntan con qué tarjeta lo quiere pagar, ya que cada cliente tiene una tasa distinta de acuerdo a su score crediticio. Fuente El Cronista