Se trata de Aníbal José Giachello. El joven de 27 años acordó con su defensor y el Ministerio Público Fiscal una pena de un año de prisión condicional, porque no tenían antecedentes condenatorios. Fue imputado por daño simple, violación de domicilio y hurto simple.
Giachello había sido detenido el 26 de septiembre del 2016 por dos hechos ocurridos con pocas horas de diferencia entre sí, pero que tuvieron como blanco la panadería “La Nueva San Martín”, ubicada en Luis N. Palma y Brasil.
El joven es una persona muy conocida en el barrio, pero principalmente en la panadería porque ya había ingresado en el sector de panificación en otras oportunidades antes, pero nunca logró cometer un delito porque había sido descubierto a tiempo.
Pero todo cambió ese 26 de septiembre por la madrugada. Una de las cámaras de seguridad del comercio captó el momento en que Giachelo entró alrededor de las 4 a la zona de panificación y se robó una soldadora eléctrica, una pantalla para garrafa, un kilo de chocolate y un kilo de grasa.
Como todo le fue muy fácil, 15 minutos después volvió con intenciones de llevarse otras cosas, como una bicicleta, pero en esta oportunidad fue descubierto por un empleado que lo echó del lugar, sin saber que minutos antes se había llevado la soldadora.
Cuando se descubrió el faltante de los elementos y buscaron en las cámaras de seguridad, rápidamente descubrieron al autor. Radicaron la denuncia y cuando la Policía fue al domicilio de Giachello no lo encontraron, pero el delincuente tomó conocimiento que lo buscaba la Justicia y como represalia por haberlo denunciado, fue hasta la Panadería y con tres grandes piedras rompió tres hojas de vidrio del frente del local.
A esa hora el comercio estaba cerrado, pero una persona que observó lo que pasó y se comunicó con la Policía. Detuvieron a Giachello en Brasil y San Juan. Pero luego de recuperar la libertad, un mes después volvió a las andanzas.
El 28 de octubre protagonizó una discusión en el bar del club Black River, en Victoria y Colombo, y cuando el cantinero le pidió que se retirara, Giachello tomó un hierro y rompió un vidrio de una ventana. Luego salió corriendo y se lo perdió de vista, pero pocos minutos después regresó y arrojó un ladrillo sobre otra ventana.
Por todos estos hechos fue llevado ante la Justicia de Gualeguaychú, y si bien la pena de un año de prisión condicional puede llegar a parecer insignificante, sirve como antecedente para que este joven no vuelva a delinquir, porque si lo hace, la futura será de cumplimiento efectivo por menor que sea el delito. Fuente eldiaonline.com