La selección local superó por 1 a 0 a su par uruguayo, y consiguió su pase a semifinales. El gol lo marcó Isla a los 36m. del segundo tiempo. Uruguay jugó con 9 por la expulsión de Cavani y Fucile.
La diferencia de estilos se observó en los primeros movimientos. Mientras que los comandados porJorge Sampaoli intentaron tener el dominio de las acciones con la pelota al piso, los de Oscar Tabárez aguardaron en su campo para salir de contragolpe.
La triangulación ente Jorge Valdivia, Eduardo Vargas y Mauricio Isla fue la primera herramienta que empleó la «Roja» para amenazar a Fernando Muslera. En cambio, los charrúas se acercaron al arco de Claudio Bravo de manera más estacionada y previsible.
La pierna fuerte y el roce constante propuesto por los orientales no era suficiente para detener los ataques locales, pero la inocencia de los dueños de casa favorecía al juego de la «Celeste». Además, las individualidades de Carlos Sánchez y Diego Rolan no inquietaban al arquero delBarcelona.
Antes de que se vayan al descanso, la figura de Alexis Sánchez y las intervenciones de media distancia del «Rey Arturo» despertaron suspiros en las tribunas, ya que los hombres más incisivos del capítulo inicial hicieron revolcar al guardameta del Galatasaray. Sólo por las soberbias respuestas del porteño el marcador se mantuvo intacto.
En el complemento no se modificó la esencia del espectáculo. Si bien Uruguay plantó a sus líneas defensivas unos metros más adelante, los chilenos continuaron dañando a la sólida resistencia oriental. Sin embargo, a través de la pelota parada, el atacante del Bordeaux estuvo muy cerca de silenciar a un país. El centro de Carlos Sánchez y la definición de Rolan aportaron un manto de suspenso, que sólo fue resuelto cuando Claudio Bravo se quedó con el balón. Fue la más clara del elenco del «Maestro».
La polémica decisión de Sandro Ricci, de expulsar a Edinson Cavani, debilitó sensiblemente al conjunto cahrrúa. A pesar de los reclamos del hombre del PSG, el brasileño no dudó en marginar al oriundo de Salto, quien se fue con mucha bronca y sin consuelo.
Si con once estaban bien cerrados, con inferioridad numérica la resistencia uruguaya se hizo todavía más intensa. Por ello, el entrenador argentino reemplazó a Vargas por Mauricio Pinillapara tener una referencia de área que choque contra los duros centrales visitantes. Sin dudas, el rival más complejo de la «Roja» pasó a ser el reloj y el cansancio.
Lo único que pudo evitar el triunfo local fue un error a la salida chilena. Abel Hernández recuperó en posición ofensiva y habilitó al hombre de River, quien desde afuera hizo temblar a Bravo. El potente remate de Carlos Sánchez se fue a centímetros del palo izquierdo del arquero, quien sólo atinó a mirar.
Por lo tanto, la euforia se desató a falta de nueve minutos para el cierre. Un flojo despeje deMuslera, una asistencia perfecta del «Mago» Valdivia y una precisa definición de Mauricio Islasellaron el definitivo 1 a 0 con el que el combinado de Sampaoli avanzó a las semifinales del certamen.
La escandalosa patada que pegó Jorge Fucile antes de que se baje el telón ejemplificó la resignación de Uruguay, que terminó con nueve jugadores en campo. La contracara fue la de los chilenos, dado que el sueño de conquistar el continente por primera vez todavía está vigente. En la escala previa al partido decisivo, los transandinos deberán enfrentar a Perú o Bolivia, dos equipos que han demostrado una jerarquía menor a la del primer semifinalista.
Fuente: Infobae