El 22 de junio de 1986 en el Estadio Azteca, Argentina enfrentaba por los cuartos de final de la Copa del Mundo a Inglaterra. En ese partido Maradona hizo dos goles para el 2 a 1 final. El segundo, una jugada extraordinaria, que quedaría en la memoria para siempre.
Maradona llegaba como figura de un equipo que se venía consolidando partido a partido y se había sacado de encima al durísimo Uruguay en octavos con un Diego rutilante que ya empezaba a mostrar que estaba para cosas grandes.
Ese domingo de junio del 86 una parte grande del romance entre Diego y el pueblo argentino empezó a escribirse. Primero fue la picardía pura del primer gol con la mano, después, la jugada colosal de todos los tiempos que arrancó en la mitad de la cancha y fue sorteando rivales uno a uno hasta definir sin arquero y poner el 2 a 0 parcial.
De ahí en adelante, ese gol fue, para la historia de los mundiales, uno de los más fabulosos; para la historia del fútbol argentino, el gol de de los goles, por factura y por la circunstancia en que fue hecho.
Hoy se cumplen 29 años de aquella epopeya albiceleste, que los futboleros argentinos recuerdan siempre.