La irrupción de las cámaras de seguridad en las casas de familia ha dejado de ser algo extraño. El viernes, alrededor de las seis de la mañana, cuatro muchachos rompieron los vidrios de un auto estacionado en zona de calles Schiaffino y Martín García y fueron captados por la cámara del dueño de casa. Alertado, los salió a correr y pudo recuperar parte de lo robado.
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El incidente, que se viralizó en internet y sólo en el Facebook de LT38 tuvo más de 15.000 reproducciones, es una muestra más de la inseguridad de las calles. “Me levanto todos los días a la seis de la mañana. Justo a esa hora empezaron a torear los perros y siento un estruendo”, arranca Javier Blanco, constructor local y víctima del robo. “Miro la pantalla, porque hace un par de meses tuve que poner cámaras de seguridad en mi casa. Ví que había cuatro tipos al lado del auto de mi hijo, en la puerta de casa. Mientras me cambiaba le rompen el vidrio y sacan el equipo de música, los parlantes y esas cosas. Llamo a la policía y la verdad que no atiné a otra cosa que abrir el garaje, sacar el auto y salirlos a buscar”, agrega todavía conmocionado.
Los cuatro muchachos que se observan en el video iban caminando lo más campantes. “Doblaron en la esquina y los intercepto un poco más adelante. Ibamos mi hija y yo. Les cruzo el auto, y salieron corriendo. Al de la mochila lo pude agarrar, le tiré la mochila y un par de trompadas pero gracias a Dios no pasó a mayores. Y se fueron y a los cinco minutos vino la policía. Están identificados porque ya pasamos el video y las fotos”, redondea Blanco quién recuerda haber sido víctima de otro robo hace pocos días. “En Melitón Juárez y 9 de Julio, a una cuadra de la Cruz Roja me robaron con este mismo método: una gomera y la porcelana de una bujía. Casi te diría que podrían ser los mismos”.
Preguntado por su reacción de salir a correr a los delincuentes no le encuentra mucha explicación. “No lo sé. Hace quince días me quisieron quemar el auto, y me robaron 26.000 pesos de herramientas. Ahí en 9 de Julio y Melitón Juárez hay una cámara pero no graba. No sé qué pasa, estamos viviendo peor que en Buenos Aires. A esta gente no la queremos ver. ¿La policía? Llegaron al lugar, y nos pidieron que fuéramos a hacer la denuncia para recuperar lo robado. Fueron dos parlantes y las bocinas. Yo calculo que tres o cuatro minutos estuvieron en el auto. Ellos venían caminando por Schiaffino, pasan para el lado de calle Paraná y después se vuelven. Yo los agarré e iban caminando como ‘pancho por su casa’, caminando tranquilos por la calle. Por eso a lo único que atiné es a tirarles el auto por delante. Empezaron a correr para todos lados y al único que agarré es al de la mochila. Se fueron para el lado del Barrio 25”. Finalmente el vecino reveló que no sólo ha colocado cámaras de seguridad. También se compró un arma. “Tuve que tramitar por el RENAR el permiso de un arma para mi casa. Sé que no es seguro pero si entran, son ellos o es tu familia. ¿Qué quieren que haga? Vivimos encerrados. Los chorros tienen libertad para robar, no agarran a nadie y las cosas no se encuentran”.
