Tras una primera intervención en el Centenario había sido llevado a la Clínica San Lucas porque no había camas en la Terapia Intensiva del Hospital, pero ayer por la tarde se liberó un lugar y se lo trasladó nuevamente. Deben realizarle una cirugía reconstructiva, pero su pronóstico no es muy alentador.
El hombre de 57 años que se disparó en el rostro el sábado por la tarde cuando personal policial llegó a la estancia La Mimosa, en Costa Uruguay Sur, a raíz de una denuncia por maltratos físicos y psicológicos que había realizado un día antes su esposa de 26 años, fue alojado anoche en la Terapia intensiva del Hospital Centenario.
El traslado estaba previsto para las 17, pero por diferentes cuestiones se retrasó y se efectivizó pasadas las 20. Tras el intento de suicidio, fue llevado al nosocomio, donde se realizó una traqueotomía y se le brindó asistencia respiratoria, pero la Terapia estaba completa de pacientes y por ello se resolvió internarlo en la Clínica Médica San Lucas.
Según informó a ElDía Javier Geuna, responsable del área de cuidados intensivos del sanatorio, los trabajos que se hicieron en la Clínica estuvieron focalizados en mantenerlo con vida. Se le realizó una tomografía, se lo diagnosticó y se lo conectó a asistencia respiratoria mecánica. Pero más allá de esto nada se podía hacer con el paciente, porque para mantener las esperanzas de vida se deberá someter a una cirugía reconstructiva del rostro, que debería llevarse a cabo en un centro de mayor complejidad.
El paciente se disparó con una escopeta 12 mm y sufrió estallido de macizo facial. Los perdigones de plomo ingresaron por el mentón en manera ascendente, destruyendo los huesos del maxilar inferior. “Son lesiones muy graves, con muchas complicaciones secundarias, con mucho riesgo de infección, es muy malo el pronóstico de todas maneras”, opinó Geuna sobre el hombre que permanece en coma inducido.
Las actuaciones en el San Lucas fueron un sostén hasta que se liberó ayer una cama de la Terapia Intensiva del Hospital Centenario y por ello se resolvió nuevamente trasladarlo. Hoy será evaluado por un cirujano y será decisión de las autoridades del nosocomio determinar si es posible practicar la primera cirugía reconstructiva maxilofacial a la brevedad, la cual se deberá practicar en un lugar de mayor complejidad, ya sea en Buenos Aires o Paraná.
Para esta futura operación se deberá contar con una prótesis de maxilar, que oscila en los mil dólares, pero antes de ello los médicos deberán disponer cuándo se podría realizar la intervención reconstructiva y estar completamente seguros que el paciente puede resistirla.
El hombre trabaja como encargado de la estancia La Mimosa, en Costa Uruguay Sur. El sábado por la tarde llegó la Policía con una orden de detención y allanamiento para la vivienda que compartía con su familia, por una denuncia de violencia de género que había realizado su pareja, con la que tiene una hija en común.
Cuando los uniformados, acompañados del delegado judicial, le informaron sobre el procedimiento al hombre, les solicitó permiso para estacionar su vehículo dentro de un galpón. El sujeto no se había mostrado reacio hasta ese momento, e incluso estaba predispuesto a acompañar a los policías, por lo cual nadie se imaginó cuál sería el desenlace. En un descuido de los efectivos, se disparó con claras intenciones de quitarse la vida. Fuente eldiaonline.com