Habría más de 1.100 heridos y 2.893 militares detenidos. Siete jefes militares escaparon hacia Grecia. Hay unos 60 argentinos varados en el aeropuerto de Estambul.
El Gobierno constitucional recuperó el control del país tras el fallido y sangriento golpe militar, según informó el primer ministro, Benali Yildirym. Hay 2.893 militares detenidos.
La intentona militar se inició en la noche del viernes y que dejo un saldo de 265 muertos, más de 1.100 heridos y 2.893 militares detenidos, informó este sábado el primer ministro turco, Benali Yildirim.
Ümit Dünar, nombrado en la mañana de este sábado jefe interino del Estado Mayor de Turquía (el titular, general Hulusi Akar, había sido secuestrado por los golpistas) informó de la fallida la asonada militar.
«El intento de golpe de Estado fue rechazado desde el inicio por la comandancia (del Ejército). Una solidaridad histórica en Turquía hizo fracasar el intento golpista», aseveró Dünar, según informa la agencia EFE.
El Servicio de Inteligencia de Turquía (MIT) ya había dado en la noche del viernes por fallida la intentona, pero los combates continuaron hasta la mañana de este sábado, si bien todos los medios informaban de un número creciente de rendiciones.
Poco después de las 22 (16 de Argentina) del viernes, la población de Ankara fue sorprendida por unos inesperados movimientos de tropas y el paso rasante de aviones militares, mientras se oían disparos cerca del cuartel del Estado Mayor.
Los militares golpistas cerraron dos puentes sobre el Bósforo en Estambul y ocuparon los aeropuertos internacionales de esa ciudad y de Ankara, los cerraron al público y cancelaron todos los vuelos, además de secuestrar al jefe del Estado Mayor, Hulusi Akar, quien fue liberado este sábado y trasladado en helicóptero a un centro de crisis.
Unas dos horas después enviaron un comunicado electrónico a la prensa en el que afirmaban haber tomado el control en todo el país y advertían que imponían la ley marcial.
El aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, el mayor del país, fue uno de los lugares más rápidamente liberado de los militares que lo habían ocupado en la noche del viernes.
Poco después de la liberación del aeropuerto, aterrizó en su pista el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, proveniente de la localidad turística de Bodrum, al sur de Turquía, y en una comunicación telefónica a una televisión transmitida en directo, llamó a la población a resistir.
Así, decenas de miles de ciudadanos salieron a las calles de Ankara y Estambul enarbolando banderas turcas para rechazar el golpe. Los golpistas bombardearon con cazas y helicópteros el Palacio Presidencial, el Parlamento y la Dirección de Seguridad en Ankara.
También en torno a esos edificios, así como a la sede del Estado Mayor, se produjeron violentos enfrentamientos entre los golpistas, por un lado, y policías, gendarmes y soldados leales al gobierno, por el otro.
Los medios turcos informaron que militares rebeldes dispararon contra la multitud que protestaba contra el levantamiento y trataba de cruzar uno de los puentes que unen la parte asiática de la ciudad con la europea, y que había sido tomado por los golpistas.
Por los hechos, el Ministerio de Interior turco destituyó a 5 generales y a 29 coroneles.
Erdogan, por su parte y en una posterior mensaje en persona ofrecido en Estambul, calificó la acción de los militares rebeldes como «un regalo de dios que permitirá limpiar el Ejército» y prometió castigar a los responsables. «Esto es traición. Pagarán un precio muy alto», amenazó el jefe del Estado y hombre fuerte del país.
El jefe del Estado acusó al influyente predicador islamista Fethullah Gülen, un antiguo aliado suyo y ahora enfrentado a él, de haber orquestado la acción desde Pensilvania (EEUU), donde vive.
Pero la Alianza por los Valores Compartidos, el grupo liderado por Gülen, rechazó esas acusaciones y calificó de «sumamente irresponsables» las palabras de Erdogan.
«Durante más de 40 años, Gülen y sus seguidores hemos defendido y demostrado nuestro compromiso por la paz y la democracia. Hemos denunciado reiteradamente las intromisiones militares en política», apuntó el grupo, que tiene sede en Nueva York, en un comunicado.
En tanto, quedaron liberados los puentes de Estambul sobre el Bósforo, que habían sido bloqueados en la noche del viernes con tanques de los golpistas, así como también las sedes de las emisoras de televisión TRT y CNNTürk quedaron libres de militares tras ser ocupadas temporalmente.
Asilo en Grecia
En tanto siete militares golpistas turcos y un tripulante aterrizaron hoy en el aeropuerto griego de Alexandrúpolis a bordo de un helicóptero militar, solicitaron asilo político y las autoridades griegas estudian concedérselo, aunque sin dejar de lado las acusaciones formuladas por Turquía.
La vocera del gobierno griego, Olga Yerovasili, aseguró en un comunicado que Grecia respetará los procedimientos establecidos por el derecho internacional, pero aclaró que Atenas se toma «muy en serio» que los detenidos están acusados en su país de «violar la legalidad constitucional y de tratar de derrumbar el sistema democrático».
Yerovasili afirmó que el gobierno griego se ha dirigido a las autoridades turcas para procesar «tan pronto como sea posible el retorno del helicóptero militar» y que analizará la solicitud de asilo formulada por la tripulación, aunque lo hará a la luz de las acusaciones formuladas desde Turquía.
El helicóptero militar turco había emitido una señal de socorro al entrar en el espacio aéreo griego y pidió permiso para efectuar un aterrizaje de emergencia, precisó el comunicado oficial.
Acto seguido, dos aviones de combate recibieron la orden de escoltar al helicóptero hasta su aterrizaje seguro en el aeropuerto de Alexandrúpolis.
Allí, la policía griega detuvo a sus ocho ocupantes, quienes anunciaron su intención de pedir asilo político.
Según los medios griegos, siete de los ocho tripulantes llevaban uniformes militares.
Previamente, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, había pedido la extradición «inmediata» de los ocho soldados, a los que calificó de «traidores».
El ministro de Orden Público, Nikos Toskas, puso esta madrugada en alerta a la policía en la frontera terrestre con Turquía, en las islas del Egeo y en los aeropuertos luego de reunirse con los principales jefes de las fuerzas de seguridad griegas.
Apoyo internacional
La comunidad internacional reaccionó unánimemente en apoyo a la legalidad constitucional en Turquía y condenó el intento golpista.
Argentina, La ONU, EEUU, Rusia, Francia, Alemania, Reino Unido, la UE, Grecia, España, México, Irán, Venezuela y Guatemala, entre otros, defendieron al presidente turco.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, de la que Turquía es miembro, pidió «calma y moderación» y «total respeto» a las instituciones democráticas y a la Constitución de Turquía.
Situación de los argentinos
La embajada argentina en ese país recomendó a los 60 argentinos varados en el aeropuerto de Estambul permanecer allí.
Un funcionario de la embajada de Argentina en Ankara informó a Télam telefónicamente que hay 60 argentinos varados en el aeropuerto Ataturk de esa ciudad y que les recomendaron «no moverse debido a que ahí se encuentran seguros».