El Banco Central permitió usar dinero de las sucursales para evitar a las transportadoras de caudales, a pedido de las entidades. Ayudará a mantenerlos abastecidos y evitará el faltante de efectivo en zonas alejadas en días no hábiles.
El Banco Central decidió ayer eliminar una de las principales restricciones que sufrían hasta ahora los bancos para recargar y mantener con efectivo los cajeros automáticos durante los fines de semana. Por una norma que aprobó ayer el directorio, las entidades financieras podrán usar el dinero de sus sucursales para abastecer sus terminales y no tendrán de este modo la obligación de contratar a un transporte de caudales para que realice la tarea.
La institución de Federico Sturzenegger respondió de esta manera a un pedido que hicieron desde los bancos, especialmente los provinciales, por los altos costos que debían afrontar al realizar la recarga de cajeros en las zonas más alejadas. La normativa anterior los forzaba a contratar un camión de caudales y a sus respectivos efectivos de seguridad para trasladar el dinero hasta la entidad cuando se trataba de «horas inhábiles» (es decir, fin de semana). El otro efecto no deseado de la regulación era el desabastecimiento de los cajeros, que termina generando malestar y desorden entre los clientes de aquellas entidades mediante las que muchas veces se canaliza el pago de salarios públicos.
Dentro del sistema financiero consideran, además, que la medida terminaba siendo funcional al negocio de las transportadoras de caudales. A partir de ahora, las entidades podrán rellenar el cajero con el dinero que tengan guardado en las bóvedas o tesoros de sus sucursales. La nueva normativa les ahorrará a las entidades no sólo el traslado de los billetes, sino, también, cumplir con un estricto protocolo de seguridad de las transportadoras de caudales que le significaba asumir costos muy altos y que muchas veces preferían evitar. Vale aclarar, en este sentido, que los cajeros automáticos se convierten en unidades poco redituables para los bancos cuando la recarga debe realizarse con personal tercerizado, como sucede los fines de semana. Para algunos, sin embargo, la medida puede volverse algo menos necesaria al incorporarse al sistema la circulación de billetes de $500, que permite hasta quintuplicar el total de efectivo que hasta ahora podían guardar los ATM.
La semana pasada, el mismo directorio había dispuesto una medida similar para los llamados «cajeros neutrales», es decir, los que están colocados fuera de las sucursales y no necesariamente en locales comerciales. La norma permitió que los ATM puedan ser recargados con el efectivo recaudado en esas mismas dependencias por el personal de la entidad, de la transportadora de valores o del correspondiente local bajo las mismas condiciones de seguridad que regían hasta hoy. «Los cajeros automáticos ubicados en locales de terceros podrán ser recargados por personal de la entidad financiera, de la empresa transportadora de valores y/o del correspondiente local -en ambos casos, en la medida en que la entidad financiera asuma la responsabilidad ante los clientes y el Banco Central- utilizando directamente el efectivo recaudado por esos locales en tanto la recarga sea realizada fuera del horario en que el local sea accesible al público y con presencia de custodia armada», determinó la comunicación «A 6005».
