El Kun saludó a su amigo Lionel Messi por el cumpleaños, horas después del enojo de la Pulga contra la AFA publicado en Instagram, y dejó otro mensaje cargado de ironía. «En un micro y sin cenar», señaló.
Las críticas públicas de Lionel Messi hacia la AFA, una situación inusual para un protagonista que suele elegir el perfil bajo, rebotaron en todo el mundo. En el día del cumpleaños 29 de Leo, su amigo, Sergio Agüero, decidió enviarle un mensaje con buenos deseos en el que de paso aportó nuevos palos para la organización, aunque en su caso sin hacer nombres específicos.
«Feliz cumple amigo. Siempre la pasamos en la concentración. Ahora en un micro y sin cenar jeee … Te quiero amigo», escribió el Kun esta madrugada en su cuenta de instagram luego de la llegada del equipo a Nueva York.
Antes, cuando el plantel todavía esperaba en Houston la partida de su vuelo, Messi había dejado un mensaje que no dejaba espacio para dudar sobre su enojo: «Una vez más esperando en un avión para intentar salir al destino. Que desastre son los de AFA por dios !!!!», escribió Messi en su cuenta oficial de Instagram, junto a una foto en la que aparecía también con su amigo el Kun.
Messi no había utilizado la red social Instagram durante la Copa América Centenario hasta anoche. La demora en el aeropuerto lo hartó. A la frase que reflejó su disgusto la pudieron leer los más de 45 millones de seguidores que Messi tiene en su cuenta oficial.
«La Asociación del Fútbol Argentino informa que el vuelo de la Selección sufrió una demora por cuestiones climáticas y que los traslados son designados por la organización de la Copa», explicó entonces la casa madre del fútbol nacional a través de un comunicado.
El enojo de Messi, el capitán del equipo, llega por decantación. Los factores son muchos. La de ayer no fue la primera vez que hubo problemas con los vuelos durante la competencia que se realiza en Estados Unidos. Antes, en la previa, la presencia de Argentina en el torneo estuvo en duda por las peleas internas de la AFA. Más: las fotos de jóvenes mujeres entrenando en San Francisco para suplir la falta de sparrings, que no viajaron por los problemas financieros de la AFA, dieron vuelta el mundo. El último enfado grande de Messi y compañía se habría generado cuando se enteró de que recién regresarían al país el martes por la mañana. Casi dos días después de la final y la posible consagración. La idea de los jugadores era retornar lo más cerca posible de la finalización del juego. «La organización de la Copa no puso a Argentina como una de sus prioridades», afirmó en su momento Darío Sala, el ex arquero de River que vive en Estados Unidos y que colabora en la logística de la Selección en Estados Unidos.
Está cansado Messi y no solo por los malos manejos de los directivos argentinos. Distintas ciudades, horarios cambiados, temperaturas extremas tanto para arriba como para abajo, aeropuertos, butacas de aviones, combis, hoteles, camas, campos de juegos, estadios. Todo cambia en el mundo que rodea a Lionel Messi y todo se vuelve efímero. Todo menos su magia, claro. Porque no hay fastidios ni kilómetros -que se visten de cansancio con el correr de los días- que puedan detener el talento que nace del botín zurdo y de la cabeza del crack rosarino. Messi es el viajero frecuente por excelencia: en un mes recorrió 46.974 kilómetros para vestirse de celeste y blanco y para representar a un país desde esa cinta de capitán que ya no resulta ajena en su brazo izquierdo. Y hoy, en el festejo de su cumpleaños número 29, frente a esa torta que ya es costumbre para los cocineros de la Selección Argentina, pedirá apenas un deseo: levantar la Copa América Centenario. Y en silencio, tal vez, le pida una tregua al millaje que soporta su cuerpo.