La venta venía con una baja del 20 % en los combustibles líquidos y del 25 en gas natural comprimido (GNC) desde principios de año, pero ahora el panorama se agravó: «Desde el 1 de mayo vendemos un 30% menos», sostienen estacioneros.
Las ventas de combustibles líquidos cayeron 30% en la primera semana posterior al último aumento de precios, y la situación es mucho más dramática en las estaciones de servicio de zonas de frontera, advirtieron estacioneros.
Como los precios de la nafta y el gasoil quedaron 10% por encima de los que rigen en Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile, los consumidores del interior con «frontera seca» o puentes internacionales cruzan para llenar el tanque.
El panorama es más complejo en las provincias de NEA (Corrientes, Formosa y Misiones) donde el litro de nafta es hidróricamente más caro que en otras regiones: la súper ya roza los 20 pesos y la premium alcanza los 22.
Automovilistas particulares, remiseros, camioneros y choferes de combi de zonas como Paso de los Libres, Santo Tomé, Alvear y Bernardo de Irigoyen cruzan a Brasil; y de Clorinda, Formosa, Posadas y Puerto Iguazú van a Paraguay.
El presidente de la Federación de Entidades del Combustible, Luis Malchiodi, dijo a NA que las estaciones de servicio en las zonas de frontera están pasando un «momento muy dramático» porque sus ventas se desplomaron mucho más que en Capital Federal o La Plata, por ejemplo.
«El mercado en general está horrible, la gente se fue de los surtidores. Nosotros advertimos que el aumento del 10% del primero de mayo era mucho y el Gobierno lo sabía. No se está vendiendo nada», se quejó el empresario.
Dijo que como integrante de la Cámara de Comercio Bonaerense está viendo que «todos los sectores de la economía están padeciendo una caída muy fuerte del consumo y el aumento de los costos que deben afrontar para sostenerse».
«El ferretero no le vende una tuerca a nadie. Los carniceros no saben cómo pagar la boleta de luz. Los estacioneros estamos jodidos porque no vendemos y muchos expendedores ya están rayando la muerte», dijo Malchiodi.
El empresario dijo que la venta venía con una baja del 20 por ciento en los combustibles líquidos y del 25 en gas natural comprimido (GNC) desde principios de año, pero ahora el panorama se agravó: «Desde el 1 de mayo vendemos un 30% menos».
Descartó Malchiodi que las estaciones de servicio estén despidiendo personal y destacó que el máximo capital de estas empresas «son los trabajadores» porque están capacitados, por lo que se está tratando de absorber la crisis.
Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), apuntó que las ventas del sector bajaron 28% promedio en todo el país, según datos relevados entre el 1° y el 5 de mayo.
Gold analizó que «puede haber una grave caída en la demanda» y también apuntó que en las ciudades de frontera hay una situación «desesperante» porque se van todos a cargar combustible al país vecino, especialmente a Brasil y Paraguay.
«Nos llamaron desde Paso de los Libres -ciudad correntina fronteriza con la brasileña Uruguayana- para pedirnos urgente gestionar ante las autoridades del gobierno nacional la aplicación de un precio diferencial», indicó el titular de la Cecha.
Malchiodi, por su parte, dijo que si bien la situación es compleja en todo el país, en las estaciones de frontera hubo directamente una «fuga» de clientes dado que con hacer cinco u ocho kilómetros pueden cruzar a otro país y pagar un 10% menos.
Haciendo unos kilómetros más hacia adentro de los países vecinos, los consumidores argentinos pueden pagar entre 4 y 7 pesos menos por cada litro de combustible, lo que hace una diferencia muy grande en el tanque, dijo Malchiodi.