En más de 170 países, a las 20.30, monumentos o edificios emblemáticos como el Empire State Building en Nueva York, la torre Eiffel en París o las torres Petronas en Malasia, quedarán sumidos en la oscuridad durante «la hora del planeta».
Ciudadanos, empresas y otras entidades están invitados a apagar las luces durante una hora en esta operación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Buscan sensibilizar al mundo sobre el cambio climático.
En Sidney, donde nació este iniciativa que cumple su décima edición, numerosos edificios del puerto se apuntaron a la iniciativa.
«El movimiento partió de una ciudad en 2007 y se extendió progresivamente para alcanzar hoy 170 países y territorios en todo el planeta», declaró con satisfacción el director general de «La hora del planeta», Siddarth Das.
El objetivo de la iniciativa es recordar que la energía que se consume tiene un costo para el planeta e incitar a gobiernos y particulares a actuar en favor del clima.
Las energías fósiles (carbón, gas, petróleo) utilizadas en la producción de electricidad son responsables de tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero, principal causa del calentamiento.
Mediante un acuerdo alcanzado el 12 de diciembre en la conferencia sobre el clima de París (COP21), la comunidad internacional se comprometió a mantener el calentamiento climático por debajo de los 2 grados en relación al promedio de la era preindustrial.