Es porque no hubo acuerdo entre los sectores que integran la cadena de valor. Los productores reclaman un aumento del 22%, aunque advirtieron que «eso apenas alcanzará para cubrir costos».
El Gobierno tendrá que fijar el nuevo precio para la hoja verde de yerba mate, dado que este viernes los productores e industriales no lograron un acuerdo para definir los valores que regirán en el periodo marzo-septiembre de este año.
El trámite, contemplado en la carta orgánica del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) prevé un plazo de 20 días para que la secretaría de Agricultura de la Nación resuelva al respecto, tras fracasar las tratativas entre sectores que integran la cadena productiva.
En las convocatorias previas no se pudo negociar entre las posturas polarizadas. Los productores reclamaron un incremento del 22 por ciento sobre el precio actual de 4,27 pesos del kilo de hoja verde, mientras que los industriales ofrecieron una actualización de 5 por ciento. Además, desde la producción también buscaron discutir sobre la extensión de los plazos de pago, en ocasiones definidos como «abusivos» por lo prolongados, en detrimento de aquellos que deben afrontar compromisos con puntualidad.
Luego de la fallida negociación, el director del INYM por el sector productivo, Cristian Klingbeil, admitió que «fue una reunión brava». En este marco, alertó que «los productores no nos podemos mover del precio que pedimos porque apenas alcanza para cubrir nuestros costos». Además, el directivo justificó la dureza de su posición al asegurar que «incluso hoy los números ya están desactualizados porque la inflación nos mata día a día».
En consecuencia, ahora la Nación deberá estudiar los argumentos de cada sector para establecer cuanto aumentará la yerba. En este contexto, Klingbeil le dejó un mensaje al Gobierno: «Será una buena oportunidad para que hagan realidad sus promesas de mejorar la situación de las economías regionales».