«La Iglesia no tiene necesidad de dinero sucio», afirmó el Papa Francisco

Si viene un «benefactor» con una «oferta fruto de la sangre de gente explotada, maltratada, esclavizada, con trabajo mal pago, yo le diré a esta gente, por favor llévate de vuelta tu cheque, quémalo», dijo Francisco

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«El pueblo de Dios, o sea la Iglesia, no tiene necesidad de dinero sucio», afirmó el Papa Francisco.
Si viene un «benefactor» con una «oferta fruto de la sangre de gente explotada, maltratada, esclavizada, con trabajo mal pago, yo le diré a esta gente, por favor llévate de vuelta tu cheque, quémalo».
Lo dijo el Papa Francisco en la audiencia general, suscitando aplausos en la plaza. «Es necesario acercarse a Dios con manos purificadas, evitando el mal y practicando el bien y la justicia».

El escándalo de los donativos públicos de mafiosos se repite con cierta periodicidad en el Sur de Italia, mientras que en varios países de América Latina son los narcotraficantes quienes intentan ganar legitimidad con esos donativos que, con demasiada frecuencia, algunos sacerdotes y obispos aceptan.
En cambio, en la mayoría de las diócesis se lleva a rajatabla la norma de no aceptar dinero de criminales de ningún tipo, y muchas conferencias episcopales los excluyen explícitamente.
Más difuso, y más difícil de evitar es, en cambio, el caso de los explotadores o de quienes se enriquecen injustamente. Y ese es precisamente el problema que mencionaba el Papa, disgustado seguramente por casos que conoce. Sus palabras facilitan a los párrocos y obispos decir que «no».

La denuncia contra los hipócritas y corruptores encajaba bien en la catequesis sobre la misericordia de Dios, en la que Francisco comentaba una advertencia similar del profeta Isaías al pueblo judío: «A Dios no le agrada la sangre de los toros o de los corderos, sobre todo cuando la ofrenda se hace con las manos sucias de la sangre de los hermanos».
Al mismo tiempo, el Papa recordó que Dios perdona siempre a quien se arrepiente, «aunque sea el peor de los hombres o la peor de las mujeres. Tener un Padre así nos da esperanza, nos da confianza».
Y añadió que «Cuando uno se siente pecador, debe ir al Señor, igual que cuando uno se siente enfermo va al médico. ¡Si va al brujo, no se cura!».

Fuente: Elonce.com

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