La norma impide que los locales bonaerenses comercialicen productos no farmaceúticos, como toallitas femeninas, cepillos de dientes, entre otros. El sector empresario pidió dar marcha atrás
A días de dejar el poder, el ex gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, firmó un decreto el 2 de diciembre pasado que restringe la venta de una gran cantidad de productos que se venden habitualmente en las farmacias y que son considerados como no farmacéuticos.
En esa extensa lista de productos vetados, figuran artículos como pañales, toallitas femeninas, preservativos, elementos de higiene personal – cepillos de dientes, pasta dentífrica, jabones,etc.-, y repelentes, entre otros.
Además, la normativa establece un incremento de la cantidad de profesionales que atienden estos comercios, ya que dispone la obligación de incorporar directores técnicos para aquellas farmacias que funcionen más de ocho horas diarias. Esto implica que los dueños de los locales no puedan trabajar más allá de ese lapso de tiempo fijado.
La medida generó la preocupación en el sector y Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF) ya advirtió que pedirá la derogación de la nueva reglamentación de la ley 10.606 que rige la actividad. El mismo rechazo manifestó la Cámara de Farmacias Bonaerense (Cafabo), la entidad que tiene representación en el distrito.
«La Federación, junto con otras cámaras, está elaborando una oposición a este tipo de medidas. Lo que estamos analizando son las cosas más groseras, pero en todo el articulado (de la norma) hay cosas increíbles. No entiendo cómo es que se ha redactado semejante cosa», sostuvo Daniel Carnevale, secretario de prensa de la Cámara de Farmacias, en diálogo con radio La Red.
Desde la Cafabo, advirtieron que el decreto «prohíbe todo tipo de venta que no tenga que ver estrictamente con lo curativo y medicinal y no tiene en cuenta que muchas veces lo producido por esas ventas subsidia al farmacéutico por los pagos retrasados de las obras sociales».
«Como de la lectura del nuevo decreto se desprenden cambios que pueden perjudicar a nuestras farmacias, analizamos todas las posibilidades para realizar las acciones que del mismo se desprendan en defensa de los intereses de nuestras farmacias asociadas», sostuvo la entidad patronal bonaerense a través de un comunicado.
Vestigios de una pelea
El decreto de Scioli, que se conoció el pasado 26 de enero al ser publicado en el Boletín Oficial bonaerense, se inscribe en la vieja pelea del kirchnerismo para regular la comercialización de los farmacéuticos, en particular, de las grandes cadenas como Farmacity, del grupo Pegasus.
En 2013, el gobierno de Cristina Kirchner dictó la resolución 1632 que habilitaba a las farmacias la venta de remedios y especialidades farmacéuticas, además de los artículos destinados a higiene y estética, aunque prohibía el «polirubro» como comercializar golosinas, alimentos, libros, CD’s, DVD’s, entre otras existencias.
Lo cierto es que el gobierno porteño terminó haciendo omisión en 2014 de la resolución del ministerio de Salud de la Nación y, con la firma de un decreto de Mauricio Macri, rehabilitó esas ventas en el ámbito de la Ciudad.
Fuente: Infobae
