El director nacional de Epidemiología aseguró que la mayoría de los casos se registraron en el norte del país, aunque también aclaró: «Todas las provincias tienen casos, dejamos de contar», remarcó Jorge San Juan
El director nacional de Epidemiología, Jorge San Juan, sostuvo esta mañana que las autoridades sanitarias «dejaron de contar los casos de dengue» y confirmó que en el país hay «una epidemia» de la enfermedad.
Si bien la semana pasada se hablaba de 1.100 afectados en el país por el dengue, el funcionario admitió que las cifras se dispararon, con presencia del virus en la mayoría de las provincias, con muchos casos «especialmente en la zona norte, pero también en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, aunque en menor importancia».
«Ya no tenemos número una vez que esto es una epidemia. Todas las provincias tienen casos, dejamos de contar», explicó San Juan en declaraciones a Radio La Red.
El funcionario, había anticipado el viernes pasado a NA que «enumerar los casos no sirve porque falla la información. Hay una epidemia y pueden ser miles los casos que pueden haber en el país».
Por otro lado, en las declaraciones realizadas este lunes, señaló que desde su dependencia «desaconsejan» a las mujeres embarazadas viajar a los países en los que circula el virus del zika, asociado con cuadros de microcefalia en el feto.
«Advertimos y desaconsejamos a la mujeres embarazadas que viajen a los países con circulación del zika, que está presente en 18 países, entre ellos Brasil, Bolivia y Paraguay, con una fuerte epidemia en Colombia», expresó el director.
«En caso de que decidan viajar de todas maneras, deben extremar las precauciones, usando repelentes, medias, mangas largas, sobre todo cuando salen bien temprano o al amanecer para evitar la picadura de los mosquitos», señaló.
El zika es casi asintomático en tres de cada cuatro infectados, pero se lo asocia con casos de microcefalia en el feto y con complicaciones neurológicas en adultos.
El zika se contagia, al igual que el dengue, por el mosquito aedes aegypti, sobre el cual, según San Juan, «hay que poner el acento, con la población limpiando los fondos y sin acumulación de agua».