Alexis Demarchi y Matías Godoy fueron sentenciados a prisión perpetua en abril por “Homicidio criminis causa”, pero su defensor recurrió a Casación y el Tribunal dispuso que el crimen del joven Agustín Pereyra debe ser juzgado por “Homicidio en ocasión de robo”.
Agustín Pereyra fue asesinado a puñaladas en mayo de 2014 en la Ruta 136 de Gualeguay, a manos de dos jóvenes delincuentes de 19 y 21 años, que lo mataron para quitarle el teléfono celular.
En abril fueron llevados a juicio y el Tribunal, integrado por María Angélica Pivas, Darío Ernesto Crespo y Roberto Javier Cadenas, los condenó a la máxima pena por asesinar para cometer el objetivo del robo (criminis causa).
Agustín Pereyra tenía 16 años al momento de su muerte. En la madrugada del 9 de mayo de 2014, Alexis Demarchi y Matías Godoy transitaban en moto por la ruta 136 y en su camino se cruzaron con la víctima, que caminaba en sentido contrario hacia la calle Victoria. Los delincuentes intentan interceptarlo, pero Pereyra corrió hasta que fue alcanzado. Demarchi y Godoy comenzaron a pegarle y con un cuchillo le dieron varios puntazos, que posteriormente le causaron la muerte.
Según constaba en la causa, que estaba calificada como “criminis causa”, los puntazos fueron “con el fin de facilitar y consumar el apoderamiento ilegítimo de dinero y su aparato celular y lograr la impunidad, tras lo cual se dan a la fuga hasta ingresar al Barrio Molino donde permanecieron ocultos hasta sus respectivas detenciones”.
Luego del fallo de primera instancia, la defensa Oficial recurrió a Casación y el martes se conoció el fallo. Los camaristas de Paraná decidieron Casar la sentencia emitida en Gualeguay, respecto a la calificación “Homicidio Criminis Causa”; la cual queda subsumida en la figura del “Homicidio en ocasión de Robo”. Por lo tanto, las actuaciones serán remitidas al Tribunal de Gualeguay para que determine el “quantun” de la pena en función a la nueva calificación legal.
Los camaristas, Hugo Perotti, Marcela Davite y Miguel Giorgio, fueron unánimes en su sentencia. Perotti fundamentó que “se ha comprobado que Godoy y Demarchi se acercaron a la víctima con la clara voluntad de arrebatarle el celular y algún otro objeto que aquélla tenía en su poder, y que súbitamente decidieron infligirle varios cuchillazos en el cuerpo, que le produjeron la muerte”. “No encuentro acreditada, en definitiva, esa conexión ideológica entre ambos hechos, el robo y la muerte, y a falta de pruebas en contrario, debo pensar que la acción de matar a Pereyra no fue más que una circunstancia -dolosa por supuesto- pero ajena al plan originariamente escogido”.