El insólito hecho se produjo el martes, poco antes del mediodía, en la concesionaria Naum, ubicada en la avenida Colón al 4900, del barrio Teodoro Felds.

Dos hombres jóvenes, vestidos de traje, llegaron por separado diciendo que iban a retirar dos Citroën C3, valuados en 250 mil pesos, que supuestamente habían adquirido. En un descuido de los encargados del área, los delincuentes arrancaron los autos y se los llevaron a toda velocidad, sin lastimar a nadie.

Interviene en el caso personal policial de la comisaría de la zona distrital 2. La fiscal que entiende en la causa, Liliana Copello, en diálogo con Cadena 3 aseguró que el jefe del taller no se percató de que los sujetos eran ladrones.

«Pensaba que eran las personas que hacían el polarizado de los autos. Salió a probar un auto y vio que dos Citröen C3 venían detrás de él. Creyó que eran los dueños», aseguró la magistrada. Por su parte, los directivos de la concesionaria decidieron no hablar oficialmente del incidente, mientras que los empleados declararon que los dos ladrones «fueron oportunistas, se subieron, arrancaron y se escaparon».

Las dudas de los investigadores no cesan y consideran que todo lo sucedido es «muy confuso», ya que usualmente, los vehículos que están a la venta o están por ser entregados a sus compradores casi no cuentan con combustible. En este caso, los delincuentes escaparon y pudieron cargar nafta.

«Los clientes no se suben a los autos sin su papelería. Hay un descuido más que evidente. Y sospechamos que la denuncia se realizó, por lo menos, una hora después del hecho. Esto les dio tiempo a los delincuentes para ‘enfriar’ los autos en un aguantadero, garaje o galpón», dijo un investigador al diario Clarín.