La reserva natural Don Gil, en el departamento Gualeguaychú, firmó el convenio con la Secretaría de Ambiente para incorporarse al Sistema Provincial de Áreas Protegidas. Se trata de 1.030 hectáreas ocupadas por montes naturales y cría de ganado.
Días atrás el secretario de Ambiente, Martín Barbieri, junto a los directores de Áreas Protegidas, Alfredo Berduc; y de Gestión de la Costa del Uruguay, Mario Acuña, recorrieron la reserva natural Don Gil.
“Visitamos el lugar para hacerle entrega a sus propietarios, Hugo y Ramiro Delguis, de una copia del convenio firmado que permitirá avanzar hacia la sanción del decreto para la reincorporación del área al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas”, explicó Barbieri en la oportunidad.
Además, consideró que a partir de “la sanción de la Ley Nº 10.479 de Áreas Naturales Protegidas, la decisión del gobernador Gustavo Bordet de fortalecer el organismo con la creación de una Dirección de Áreas Naturales Protegidas y el acompañamiento del ministro de Producción, Juan José Bahillo, estamos trabajando en forma articulada con los propietarios de las áreas protegidas y recorriendo el territorio”.
Barbieri sostuvo que “teniendo presencia en los lugares podemos dialogar con los propietarios, conocer la realidad de cada área y aunar esfuerzos para optimizar el funcionamiento de estos espacios naturales”.
Por su parte, el director de Áreas Naturales Protegidas, Alfredo Berduc, precisó que Don Gil cuenta con 1.030 hectáreas bajo la modalidad de Reserva de Usos Múltiples. Es un campo ganadero, lindante al río Gualeguaychú, ubicado al sur de la provincia, propiedad de la familia Mesa Delguis dedicada a la ganadería bajo monte y de tierras inundables; hacen la cría completa y producen carne de alta calidad.
Durante la visita se dialogó que en función de las posibilidades que brinda la Ley, se puede apoyar desde el Estado con un beneficio impositivo y la visibilización del proyecto productivo que beneficia al ambiente y además genera un producto de calidad alimenticia.
“Las excelentes pasturas naturales que existen en nuestra provincia se ven beneficiadas por la cobertura arbórea y el aumento de la capacidad nutricional que le da la presencia de las leguminosas, como el algarrobo, ñandubay y espinillo, que favorecen el contenido proteico de los pastos”, explicó Berduc. Por otro lado, “el manejo rotativo de los potreros, que aplica el predio y se esfuerza por mejorar, hace aún más eficiente al sistema, permitiendo la recuperación de las pasturas lo que se pudo observar en algunos de los lotes”.
Respecto al área Don Gil, sostuvo que “al tener mucha cantidad de sombra y protección ante las lluvias, el suelo se conserva mucho más y el ganado no pierde kilaje en invierno, por el frío y las heladas, ni en verano por el calor agobiante. Es decir que se genera una buena sinergia entre conservar el bosque nativo y llevar adelante una producción ganadera”.