Detenidos por el crimen de Micaela reclaman por mal estado de la celda

Sus defensores denunciaron que duermen sobre mantas, no tienen lugar para ducharse, no cuentan con condiciones de higiene elementales ni asistencia médica o psicológica. Les tuvieron que pedir disculpas y acondicionar el lugar.

Pidiéndoles disculpas a Néstor Pavón y a Fabián Ehcosor, las autoridades policiales y judiciales de Gualeguay se pusieron a acondicionar el espacio compartido por varios detenidos en un calabozo ubicado frente a la plaza Constitución. Fue después de que los abogados defensores de ambos, Ramón Barreto y Andrés Carvajal, presentaran el lunes un hábeas corpus correctivo, en el que reclamaron condiciones dignas de alojamiento para sus clientes.

El viernes la jueza de Gualeguay, Alejandra Gómez, rechazó el pedido de atenuar la medida cautelar que pesa sobre aquellos dos imputados en la causa del femicidio de Micaela García, y prorrogó la prisión preventiva por 30 días más para ambos, en el mismo lugar donde ya estaban alojados: un reducido espacio compartido con varios detenidos más en la Jefatura Departamental Gualeguay de la Policía, sin condiciones reglamentarias básicas para tal fin.

Pavón había sido imputado por la violación y el homicidio agravado, pero en la última cédula del legajo del fiscal Ignacio Telenta figura acusado solo por el encubrimiento de Sebastián Wagner, por lo que se presume que lo mandaría a juicio por el delito más leve. En tanto que Ehcosor sigue imputado por el encubrimiento del hijo de su pareja durante la fuga.

Ante la decisión de la magistrada, los defensores plantearon que si los iban a seguir teniendo presos pese a la falta de pruebas en su contra y de los argumentos a favor de que recuperen la libertad, los tengan en buenas condiciones.

En el escrito denunciaron que los detenidos en el calabozo de la Jefatura, en pleno centro cívico de Gualeguay, duermen sobre mantas, no tienen lugar para ducharse, no dejan entrar a las visitas, si los familiares les llevan cosas (alimentos, ropa, etc) se los entregan a los tres días, no cuentan con condiciones de higiene elementales ni asistencia médica o psicológica necesaria, entre otros puntos. «Están en condiciones paupérrimas», sintetizaron los abogados. Además, plantearon que hay un oficial, «un tal Albornoz» que «verduguea» a los imputados, con maltratos verbales señalándolos como violadores o degenerados.

Otra situación ilegal sucedió el viernes, cuando Carvajal acudió a las 22 a dialogar con Pavón, pero el policía que lo paró en la puerta no lo dejó pasar. Tras discutir un rato, le dijo que volviera al otro día a las 7. A esa hora tampoco lo dejó entrar, hasta una hora y media después. «Se restringió el derecho de legítima defensa», aseguró Barreto.

La jueza Gómez libró oficios al jefe de la Policía de Entre Ríos, al director de Asuntos Internos y Relaciones Institucionales de la fuerza, al jefe departamental y a los responsables del área de detención, entre otros. Todos tuvieron que viajar a Gualeguay, se entrevistaron con los defensores y hasta les pidieron disculpas.

A las 18 del lunes los citaron a una audiencia donde expresaron oralmente el pedido. La jueza Gómez hizo lugar al pedido. Se hizo presente en el calabozo y constató lo denunciado por los defensores. Por esto, ordenó de inmediato que se revierta la situación: les entregarán colchones, se habilitarán las visitas y la entrega de alimentos, prendas de vestir y abrigo, se prohibirán los maltratos a los presos y a sus familiares en las requisas, les facilitarán un espacio para el aseo personal y elementos como afeitadoras. También les dejarán tener radio y acceso a diarios.

Además, según se informó a diario Uno, no se descarta que se inicien sumarios internos a los policías sospechados del incumplimiento de sus funciones.

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